En Ringuelet, tomaron “de punto” a una cuadra

En una zona de la localidad de Ringuelet, el miedo y la desesperación invadieron por completo a muchos de sus habitantes, debido al accionar de una banda juvenil, que los tiene en jaque desde principios de este año.

Según lo que algunos de los vecinos denunciaron ayer ante este diario, los precoces delincuentes se ensañaron en particular con quienes se domicilian en la cuadra de 3 entre 516 y 517.

A tal punto que, en base a ese relato, en algunos casos llegaron a ingresar a robar dos veces en la misma finca.

Así, la sucesión de embates delictivos convenció a quienes residen en el lugar a no quedarse de brazos cruzados.

Por eso, según lo informado en la tarde de ayer a EL DIA por Aris (75), “se está hablando de realizar una reunión vecinal, que podría hacerse este viernes o el sábado, para definir de qué manera hacer visible nuestra preocupación por la seguidilla de robos”.

En tal sentido, reveló que “hay quienes ya plantearon hacer un corte de calle” para exteriorizar el fastidio y la inquietud que gobiernan en esos 100 metros.

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La mujer aclaró que “a esta reunión se sumarán varios vecinos que viven en las inmediaciones de nuestra cuadra, que comparten nuestra preocupación por el tema. Ellos no están indemnes”.

“SE METEN DE MADRUGADA”

En la extensa charla, Aris reflejó que de acuerdo a lo ocurrido, a cómo se mueven, “los delincuentes acostumbran a meterse a robar de madrugada”.

”A mi me sacaron una máquina de cortar pasto, que pude recuperar, y un alargue”, añadió.

Quien pude dar cabal demostración de esta grave realidad, es otra frentista a la que, como se dijo, atacaron en dos ocasiones.

La primera fueron por el dinero y las joyas y la segunda, por lo que le quedaba de valor.

También se metieron en el domicilio de un hombre fallecido y se llevaron electrodomésticos.

En un lavadero de autos, donde sacaron varias máquinas cuando estaba cerrado al público, también pueden dar por cierta esta acuciante situación.

A otra jubilada le sacaron una bicicleta del galpón, emplazado en los fondos de su propiedad.

Dentro de este contexto, al menos los sospechosos no han golpeado a sus víctimas. Tampoco las ataron.

“Entran y salen rápido con lo que puede agarrar”, describió Aris, que recomendó a todos los vecinos una fórmula disuasoria para los delincuentes: “Las cacerolas”.

“Hay que usarlas. Cuando alguien vea algo raro, que no lo dude. Además de activar la alarma, que agarre cualquier cacharro y le pegue. Todos vamos a estar bien atentos”, concluyó.

EL MISMO PADECIMIENTO

Como se dijo, al margen de los problemas que el delito viene ocasionando en la cuadra de 3 entre 526 y 517, otros sectores cercanos padecen el mismo drama.

Roberto Illuzzi (81) vive en 9 entre 517 bis y 518 y padeció la irrupción de dos jóvenes ladrones en su vivienda, de la que huyeron con más de 3 millones de pesos.

Eran los ahorros de toda su vida, luego de más de 50 años de trabajo en una papelera.

Al jubilado le pusieron un cuchillo en la garganta, le tiraron agua en la cara y le sacaron absolutamente todo.

“Lo único que le puedo decir es que todos los meses sacaba plata de esos ahorros para llegar a fin de mes, porque cobro una jubilación mínima”, expresó acongojado.