“Sensación de vacío” ante la inseguridad en Tolosa

La sensación de vacío es un sentimiento negativo asociado frecuentemente al sufrimiento y al conflicto. Y por ahí andan los vecinos de Tolosa, que están hartos de tanta inseguridad, como así también de reclamar y que nunca le den una respuesta positiva.

Ayer, en 117 y 32, a plena luz del día, un estudiante universitario bajó del colectivo y comenzó a caminar hacia su casa, pero enseguida se dio cuenta que el peligro lo acechaba.

Mirando -asustado- por arriba de sus hombros, comprobó que se le acercaban dos sujetos, que no tenían buenas intenciones para con él. Todo lo contrario.

Si bien alcanzó a llegar a su vivienda, en 116 entre 530 y 531, cuando quiso cerrar la puerta para meterle llave, le pusieron un pie y se lo impidieron.

Ahí empezó una serie de empujones, gritos y trompadas. Los delincuentes querían meterse en el domicilio.

“Tuvo un Dios aparte. Todavía no sabemos cómo no le dispararon”, expresó un vecino.

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Es que, según contó, en medio de la trifulca, le pusieron un revólver en el pecho.

“Se la rebancó. Él incluso también lanzó algunos golpes, aunque se vio superado en número y fuerza”, agregó.

Los ladrones, que eran mayores de edad, quedaron captados por una cámara de seguridad de la zona.

Al final, le sacaron un celular nuevo y una mochila, donde el chico llevaba toda la documentación personal, incluida sus tarjetas bancarias.

Según pudo saber este diario, la huida de los agresores se hizo efectiva en medio del incesante sonido de una alarma vecinal.

“Todavía estamos esperando que nos confirmen la fecha de reunión con la gente de Participación Ciudadana. La situación en Tolosa rebasó un límite. No se puede más vivir así”, indicó un representante de la Asamblea Barrial.

“En este barrio no tenemos paz. La gente anda lo mínimo e indispensable en la calle, porque no se puede salir ni un domingo. Parece un desierto. Nosotros vivimos enrejados y encerrados y los delincuentes sueltos, en un cumpleaños”, se quejó.

“Necesitamos patrullajes. Esta es una zona muy caliente. La 116, la 117, la 118, la 528, la 529, la 530, la 531. Por eso pedimos que, de manera urgente, las autoridades pongan cartas en el asunto. Deben reforzar la presencia policial. Hay pavor de hasta salir a hacer los mandados. Ni hablar con los chicos que asisten a los colegios de acá”, narró.

En ese último punto, ante la seguidilla de arrebatos, generalmente de la mano de motochorros, también se insistió con la puesta en marcha de los corredores escolares seguros.