En La Plata invaden los mosquitos y escasean los repelentes: entre falta de stock y limitaciones

En medio del brote de dengue más grande de la historia argentina, con algo más de 151 mil casos confirmados, en la Ciudad es casi imposible conseguir repelentes para los mosquitos y, según denunciaron muchos comerciantes, los sobreprecios están a la orden del día.

La población está alarmada porque con 106 muertos en todo el país y 23.723 casos, en la semana pasada se registró un récord histórico. Es que además del descacharreo para evitar la proliferación del dengue, disponer de repelentes, espirales y aerosoles resulta esencial para establecer una barrera contra el Aedes aegypti que hoy por hoy no está al alcance de todos.

En ese marco, no hay quien no pase por las góndolas y revise si hay productos repelentes y su precio. Por caso, en una sucursal de una conocida cadena de supermercados de City Bell el domingo por la mañana vendían el aerosol family de una primera marca a 2.800 pesos, pero solo dos por familia.

El producto desapareció en cuestión de un rato, a la tarde ya no había rastros de los envases.

En otra sucursal de la misma cadena, ubicada en 30 entre 47 y 48, de esa promoción solo quedó el cartel, ayer la góndola de los repelentes estaba completamente vacía.

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Lo insólito es que los vendedores ambulantes tienen stock de repelentes y los venden a $5.000

Tampoco había ningún tipo de repelentes en un supermercado de 19 y 50 y al ser consultada una de las empleadas destacó que “hace días que se terminó y no hay para reponer”. En supermercado de la zona de plaza Perón (25 y 60) se vendió el último repelente el sábado a la mañana.

En una cadena de perfumerías ubicada en calle 47 entre 7 y 8, donde suele conseguirse el repelente en aerosol de una primera marca a 3.200 pesos, la estantería estaba completamente vacía. Tampoco había en formatos más económicos, ni de segundas o terceras marcas.

En un supermercado cercano a Parque Alberti se reconoció que hay desabastecimiento y que saben por los distribuidores que por estas semanas hay poca producción.

“Es un hecho casi inédito la invasión de mosquitos a esta altura del año; nosotros trabajamos el aerosol de una tercera marca que vendemos a 1.700 pesos; y una de primera está a 3.000 pesos”, explicó el encargado. Allí hace varios días que tampoco hay ese tipo de productos.

En un supermercado de 7 y 65 se indicó que en los dos últimos meses aparecieron nuevas marcas de repelentes, al punto que resultan desconocidas para la mayoría de los clientes.

“De igual manera la gente los llevó; la última semana los que se podían conseguir era con unidades limitadas, el precio no varió, pero es complicado volver abastecer con la misma velocidad que se venden”, agregó Jorge Grasso, al frente de ese comercio.

Ricardo Cuevas, almacenero de Berisso y dirigente de la Federación del sector, sostuvo que los repelentes desaparecieron y que quienes tienen algún stock lo vende a cualquier precio.

“Conseguí el de la marca más conocida en crema, el que tiene casi 200 gramos, lo vendí a 1.900 pesos, casi el precio al que lo compré; en aerosol directamente no consigo”, dijo el comerciante.

Cuevas indicó que hay grandes clientes de la industria que fabrica esos productos que a cambio de alguna otra compra reciben lotes de repelentes, pero en las góndolas de los mayoristas de La Plata, no se encuentran.

Tal es la escasez que el comerciante no dudó en dirigirse a otras localidades para ver si encontraba un producto que en estos días es esencial.

“Fui hasta un mayorista de Quilmes, pero tampoco había, también está faltando el espiral común”, agregó el almacenero y comentó que están apareciendo marcas con dibujos de mosquitos asustados que hasta hace meses no los conocía nadie.

El producto en atomizador hace semanas que no se encuentra en ningún lugar y lo que repitieron todos los almaceneros consultados por EL DIA fue que se ven obligados a suplicar que les vendan repelentes y nunca obtienen la cantidad que requiere la demanda.

Además se explicó que poner los productos en las góndolas es motivo de discusiones porque mucha gente se quiere llevar muchas unidades.

“Se generan discusiones, cada uno tiene sus razones, les quieren llevar a las madres o tienen nietos pequeños, la cuestión es que prefiero no tenerlos a la vista”, dijo Cuevas.

Los especialistas recomiendan mirar los principios activos más allá de las marcas del producto

Se explicó que por ley los consumidores pueden llevar hasta tres unidades de cualquier producto, pero en tiempos de tanta escasez los comerciantes prefieren llegar a la mayor cantidad de gente posible.

“En un momento tan complicado, todo el mundo debería hacer causa común para que a nadie le falte el repelente, la gente se enferma, es una cuestión grave”, agregó el comerciante.

Otros almaceneros consultados por EL DIA expresaron que no pueden creer que no haya repelentes en los mayoristas locales y señalaron que ese faltante puede encubrir una política especulativa. Lo mismo que pasa con los repelentes sucede con los espirales.

Algunos pidieron que hasta que pase este brote de dengue se permita el ingreso de esos productos desde países como Uruguay, Brasil o Paraguay.

Cabe destacar que de una recorrida por diferentes comercios sólo se encontró repelente en un supermercado de 6 y 59. Allí el de una segunda marca en atomizador por 200 ml costaba 3.000 pesos y uno en crema de 100 gramos, 2.400 pesos.

Lo insólito de la situación planteada es que ayer por la mañana un vendedor ambulante ofrecía repelentes en la esquina de 7 y 47. “Aprovechen que no se consiguen”, repetía. Ese puesto lo vendía a mayor precio que en ningún otro lado, el producto en crema de 196 gramos a 5.000 pesos y otro en atomizador, 4.500 pesos.

Especialistas de Conicet destacaron que al momento de comprar repelentes en aerosol, spray, gel o crema deben tener tres principios activos, que son el denominado DEET, o N-Dietil-meta-toluamida, el IR3535 y la Icaridina.

“Los repelentes con cualquiera de esos tres activos son iguales de efectivos, no varían según la marca o varían levemente, así que lo más importante es guiarse por el precio. No se justifica pagar de más”, informó, en medio de la ola de mosquitos que azota a la ciudad de Buenos Aires, AMBA y regiones de la zona central del país, Juan José García, especialista del Laboratorio de Patología de Insectos Vectores del Centro de Estudios Parasitológicos.