“Fuerte acelerada de robos”: en 48 horas, 10 ataques de motochorros

Los atracos callejeros protagonizados por los ya conocidos “motochorros”, continúan representando un alto porcentaje de los hechos delictivos cometidos en la Región.

Hasta hace unos años, este tipo de atracos tenían como principales escenarios las zonas comerciales y bancarias.

Pero ahora los delincuentes motorizados parecen haber extendido los dominios de su coto de caza y dan golpes en cualquier barrio o sector.

Una radiografía de este método de delincuencia permite concluir que se trata de maniobras que parecieran ser extraídas de un manual del hampa, ya que cada hecho de inseguridad en el que actúan esta clase de sujetos se repite el mismo patrón de movimientos, sincronización, ferocidad e impunidad.

La mecánica es casi siempre la misma. Los motochorros se acercan a su “presa”, a la que presumen incapaz de poder defenderse. Desgraciadamente su pronóstico es certero, ya que la gran mayoría son abordadas cuando se encuentran camino a cumplir con algún compromiso, es decir concentrados en sus objetivos particulares.

Acto seguido, el acompañante desciende, por lo general, exponiendo un arma al tiempo que vocifera una serie de amenazas, para terminar por arrancarle los objetos de valor a su “presa”.

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Una vez consumado el robo, vuelve al rodado y, junto a su cómplice o cómplices, el conductor huyen a toda velocidad.

En cuánto a las víctimas, no hay preferencias. Hasta los niños y los adolescentes, cuando se dirigen a la escuela o a hacer un mandado, pueden terminar convirtiéndose en blanco de estos ataques. Lo único que “exige” el “protocolo del motochorro”, es que el blanco elegido se encuentre solo.

En este alarmante contexto, en las últimas horas tuvieron lugar al menos diez casos, según lo vertido a este diario por fuentes judiciales.

Un joven integrante del Escuadrón de Prevención de Caballería, que se encontraba en la parada de colectivo de 15 y 51 esperando el 307, fue sorprendido por dos motochorros que, luego de apuntarlo con un arma de fuego, lo despojaron de su mochila. En ella llevaba su uniforme, documentación y su teléfono celular.

La misma suerte corrió una joven que circulaba por la zona del Hospital de Niños, Sor María Ludovica. Al llegar a la esquina de 66 y 14, una moto se puso a tiro de su bicicleta y, luego de apuntarle con un arma de fuego, le exigieron que entregara su equipaje. Con él perdió su billetera, el teléfono, un perfume y hasta los lentes de lectura.

En 6 entre 64 y 65, también hubo que lamentar otro ataque de motochorros. En esta oportunidad, al que le tocó vivir una desgracia fue a un repartidor de una aplicación de repartos denominada “Pedidos Ya”.

El joven circulaba con su bicicleta con la misión de entregar un pedido, cuando fue interceptado en dicha cuadra por una moto tipo enduro 250cc. Al principio le apuntaron, pero como demoraba en sacarse la riñonera, le aplicaron varios culatazos en la cabeza. Tanto que el trabajador debió ser atendido en un centro de salud, por los cortes que sufrió en el cuero cabelludo.

El argumento de los vecinos de que el coto de caza de los motochorros es cada vez más amplio, quedó demostrado con el robo de una moto en ruta 6, a la altura de la rotonda de la ruta 215. Allí, un motociclista fue interceptado por dos sujetos que, pese a la peligrosidad de la maniobra, se le pusieron a tiro para mostrarle un arma. Así lograron que se tirara a la banquina, en donde le sacaron el rodado a fuerza de golpes y amenazas.

En horas de la madrugada de ayer, una joven que se dirigía al trabajo fue sorprendida en calle 11 entre 63 y 64 por seis sujetos, que luego de apuntarle con “un elemento negro que parecía ser un arma de fuego”, le sacaron la cartera en la que llevaba dinero, documentos y su teléfono. No se descarta que sean los mismos ladrones que atacan en Barrio Norte (ver pág. 15).

A TODO EL MUNDO

Quien se toma un remís en horas de la noche, seguramente lo hace para mantenerse a resguardo. Sin embargo, lo contrario le sucedió a una joven, que terminó siendo asaltada -junto al chofer del vehículo de alquiler- por cuatro motochorros.

Según expusieron las víctimas, los atracadores se detuvieron frente al coche y, luego de apuntar al conductor con un arma, le exigieron que detuviera su marcha. Dos mantuvieron sus cañones apuntando hacia la unidad y los otros se encargaron de apoderarse de todo lo que encontraron en el interior: la cartera de la pasajera y la recaudación y el teléfono del chfer.

Una situación calcada tuvo lugar en 34 entre 22 y 23. La única diferencia es que en lugar de un remís, el golpe fue dado a un taxi. Luego de ponerse delante del coche, entre seis motochorros le vaciaron la billetera tanto al conductor como al pasajero.

En la zona de 3 entre 70 y 71, por su parte, dos sujetos armados y, vestidos con indumentaria oscura, interceptaron a un joven al que le hicieron vivir horas de desesperación y angustia, luego de que le gatillaran en dos oportunidades para sacarle su mochila y un bolso en el que llevaba una notebook.

Afortunadamente los disparos no salieron, aunque los ladrones terminaron saliéndose con la suya. El raid de estos individuos no cerró allí ya, que tan solo a unos metros, le robaron a otro joven, que se encontraba esperando el micro.

En tanto, a eso de las seis de la mañana, en la intersección de las calles 11 y 61, una mujer fue sorprendida por dos delincuentes, que circulaban en una moto negra. Luego de mostrarle un arma, le sacaron una cartera en la que llevaba 35.000 pesos y documentación.

A la misma hora, pero en 173 entre 529 y 530, un joven fue interceptado por dos sujetos en una motocicleta, quienes mediante agresiones físicas le arrancaron un bolso con ropa de trabajo, documentación y 10 mil pesos.