Cuenta regresiva a los Oscar: Nolan contra todos en la dirección

El domingo se celebran los Premios de la Academia y “Oppenheimer” parte como la candidata en casi todos los rubros, incluido dirección, donde quedó afuera la directora de “Barbie” y donde Scorsese quiere dar el batacazo

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La cuenta regresiva hacia los 96º Premios de la Academia, que se celebrarán este domingo, comenzó su marcha con una clara favorita a llevarlo todo: en la temporada de alfombra roja “Oppenheimer” ha arrasado con casi todos los galardones que entregan los diversos sindicatos (actores, directores, guionistas). Pero los Oscar han dado sorpresas: se conoce, por ejemplo, la predilección de la Academia por premiar la dirección de una película, y entregar la estatuilla de mejor cinta a otra; también se conoce su tendencia de darle su principal galardón a alguna joyita indie, como ocurrió en la historia reciente con “Moonlight” o “Nomadland”.

Pero aunque la “mejor película” ha dado sorpresas que han roto previsiones, el premio a mejor dirección ha sido, en cambio, más estable. Y allí “Oppenheimer” sí tiene la mesa servida: una propuesta ambiciosa, una puesta fabulosa y fastuosa, bien espectacular, para llenar asientos en los cines, una forma narrativa moderna, urgencia en las temáticas…

No es que Christopher Nolan, el director de “Oppenheimer”, no tenga competencia: la categoría se completa con cineastas de gran trayectoria. Está Justine Triet, que por “Anatomía de una caída” ganó la Palma de Oro, también Jonathan Glazer, director de puesta en escena perfeccionista que reconstruyó de manera gélida y brutal la banalidad del mal nazi (que tanto ama odiar Hollywood) en su “Zona de interés”.

También está Yorgos Lanthimos, nominado otra vez al Oscar, ahora por su historia de liberación femenina contada con desparpajo y vuelo visual, “Pobres criaturas”. Y, claro, en la categoría está nada menos que Martin Scorsese: su “Los asesinos de la luna” le valió su décima nominación como director, a dos del récord de William Wyler. Pero ha ganado solo una vez.

Scorsese, con Lily Gladstone en el set de “Los asesinos de la luna”

Pero un repaso profundo de esta lista posiciona todavía mejor a Nolan: mientras su propuesta parece hecha a medida de Hollywood (dominio del gran espectáculo combinado con “relevancia” y esas cosas que a la industria le gusta premiar), la puesta de Triet, por caso, es un ejercicio más sobrio y clásico, puesta escena para un guión casi teatral que actualiza el género del juicio pero que parece más candidata a llevarse el “premio consuelo” del guión.

Glazer también toca temas “importantes” con su retrato de la cotidianeidad de la familia que custodiaba Auschwitz, y construye exactamente el clima que pretende en su relato distante, asqueado e inquietante, pero su propuesta fría dejará indiferentes a muchos votantes que prefieren menos ambigüedad y más condena.

¿Y Lanthimos? Imaginativo, provocador, su “Barbie para amantes de Bjork”, como la bautizó Twitter, es magnífica en cuanto a la dirección de actores (brilla Emma Stone es candidata a llevarse el premio, junto a Lily Gladstone, de “Los asesinos de la luna”, pero lo que verdaderamente brillante es lo de Mark Ruffalo, el dandy desencajado de celos). Lanthimos también es un maestro en la construcción de mundos, y filma su mundo enrarecido gracias a un trabajo lúdico de lentes, planos y movimientos de cámara que se suman a una libertad visual propia de un “outsider” de la industria. Pero quizás, tanto desparpajo le juegue en contra: Nolan, en su modernidad, es más clásico que Lanthimos, más descentrado.

LA ÑATA CONTRA EL VIDRIO

Para “Oppenheimer”, en ese sentido, es un alivio ver afuera de la categoría de dirección a una propuesta bien clásica, spielberguiana, hecha de esa épica en su realización y su trama que a Hollywood le ha gustado en el pasado: J.A. Bayona fue a filmar a Los Andes “La sociedad de la nieve” y reconstruye con detalle obsesivo aquel avión-refugio de los sobrevivientes de la tragedia, contando una historia conocida por todos con emoción y épica, y sin golpes bajos. Pero el español fue olvidado entre los directores nominados.

También quedó fuera, gran polémica gran, Greta Gerwig, directora de la gigantesca casa de muñecas cinematográfica que fue “Barbie”, la película más vista del año: “Barbie” está nominada como película, pero no su directora, y eso que la película tiene ocho nominaciones (¿quién dirigió esas ocho áreas nominadas?).

“Barbie”, además, parecía una ficha puesta en la dirección, por lo lúdico y explosivo de la propuesta visual de Gerwig, y el ritmo de un relato que, aunque discutido largamente y sumando detractores en los últimos meses, no deja de ser una buena película de entretenimiento.

Yorgos Lanthimos y Emma Stone en el rodaje de “Pobres Criaturas”

Sin Bayona, sin Gerwig, y sin otros grandes directores nominados en otras áreas (Todd Haynes, Wim Wenders, Alexander Payne), el último obstáculo para Nolan es Scorsese. Un solo premio en 9 nominaciones: no ganó por “Toro salvaje”, premio que fue para Robert Redford por “Gente corriente”, “Danza con lobos” le sacó el premio a “Buenos muchachos”, tampoco ganó por “La última tentación de Cristo”, “El Aviador” o “El lobo de Wall Street”. Ni siquiera fue nominado por “Taxi Driver” (un dato interesante para tener en cuenta: los Oscar no son la verdad definitiva de nada). Y su “Los asesinos de la luna” comparte la ambición y relevancia de “Oppenheimer”.

Pero otra vez, Scorsese no es favorito en el prode: su nominación parece más un reconocimiento, otro más, para el cineasta vivo más influyente de la industria, pero el premio asoma para Nolan, que nunca ganó un Oscar (como director es su segunda nominación, tras “Dunkerque”). La definición, el domingo.

 

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