La quijotada de Coppola: vendió todo por su sueño, pero Hollywood no quiere saber nada con “Megalópolis”

“Megalópolis” parecía una utopía: Francis Ford Coppola dejó todo, y vendió todo, para financiar su última película, en producción hace 40 años, pero finalmente verá la luz en mayo, en el Festival de Cannes.

“Estamos encantados de que nos honre viniendo a presentar esta película”, se felicitó Thierry Frémaux, el director de Cannes que pondrá por primera vez en pantalla la odisea fílmica de Coppola, un director que ya tenía tendencias megalómanas y que finalmente decidió que, antes de morir, tenía que filmar la película que comenzó a escribir en 1980, 4 años después de ganar su primera Palma de Oro con ”La conversación” (luego ganaría también con otra película ambiciosa, ”Apocalipsis ahora”)

“Megalópolis” se anuncia comoun ambicioso filme de ciencia ficción, que con un presupuesto de más de 100 millones de dólares cuenta la reconstrucción de una ciudad con aires de Nueva York, con Adam Driver y Forest Whitaker entre los protagonistas. Una fábula futurista con guiños a la antigua Roma, que financió, de manera ya legendaria, el propio director de ”El Padrino”.

La película, el primer largometraje del cineasta en más de una década, narra la historia de un arquitecto idealista (Adam Driver) que tras un devastador desastre quiere reconstruir la ciudad de Nueva York como una utopía. Pero a su visión se opone la postura más pragmática del personaje al que interpreta Giancarlo Esposito. Coppola concibió la idea de esta película durante el rodaje de “Apocalipsis ahora” (1979) y escribió los primeros guiones en los años ochenta, pero aunque el proyecto estuvo de una manera u otra en cartera durante las siguientes décadas, no fue hasta 2019 cuando lo retomó de forma definitiva.

Y apostando todo: más de cien millones de dólares salieron de su bolsillo. El dinero lo consiguió principalmente vendiendo vinos: Coppola, de 85 años, tiene un exitoso negocio vinícola y utilizó las ganancias para dar forma a un sueño tan ambicioso y experimental que, en esta época de estudios conservadores y abrazados a las franquicias, no fue aceptado por ningún estudio.

No le importó la negativa de Hollywood: Coppola, acostumbrado a pelearse con los ejecutivos para defender su visión, decidió producir él mismo, con su plata, la película. No ayudó a los costos que, también fiel a sí mismo, el rodaje haya sido bastante caótico, con técnicos que abandonan el set y la incertidumbre de un financiamiento independiente que se podía agotar si la cosa se seguía extendiendo.

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Coppola perdió a su diseñador de producción y director de arte supervisor, y a todo el equipo de efectos visuales, en las primeras semanas de rodaje. Muchos recordaron cuando, en los días tiránicos de “Apocalipsis ahora”, Coppola, padrino de los rodajes malditos, sufrió cambios de elenco y desapariciones de actores faltando tomas. también “El Padrino” tuvo innumerables inconvenientes, muchos de los cuales fueron retratados en la serie “The Offer”, basada en las memorias del productor Albert S. Ruddy (que a Coppola no le gustó).

Es probable que Coppola nunca recupere el dinero que invirtió en su quijotada, porque los mismos que no quisieron producir la película ahora no quieren distribuirla. El riesgo, dicen, de poner en pantalla esta película experimental, de financiar su proyección a lo largo de Estados Unidos, de pagar su campaña publicitaria, en tiempos de un público acostumbrado a otro tipo de entretenimiento, es demasiado alto. ”Vamos a perder dinero”, le dijeron. “Todos celebramos a Coppola y nos hacer sentir nostálgicos, pero esto es un negocio”, comentó en off el representante de un estudio.

“No hay forma de vender esta película”

Coppola la mostró a familiares y allegados, pero hubo comentarios mixtos y poco entusiasmo de los estudios, que no ven rentable lo nuevo del director, y tampoco piensan que su nombre sea ya convocante en este ecosistema de sagas de acción y de presente perpetuo. “Me cuesta pensar que alguien quiera poner su dinero en esto”, afirmó uno de los productores que la vio.

Pero el cineasta explicó que no le importa el impacto financiero. Coppola contó con pesar que la reacción de los ejecutivos más importantes de Hollywood cuando les presentó “Megalopolis” fue la misma reacción que tuvo cuando propuso “Apocalipsis Now” tras haber ganado cinco Oscars y “siendo el director número uno”.

“Soy el dueño de Apocalipsis Now porque nadie más la quería, así que imaginen cómo será la reacción ahora si ese era el caso cuando tenía 33 años, o la edad que tuviera cuando gané cada premio y rompí todos los récords, y aun así absolutamente nadie se quería sumar”, agregó. ¿Venderá más vinos Coppola para financiar el lanzamiento? ¿Veremos alguna vez en los cines de Argentina la última película de Francis Ford?