Alta tensión y violencia: cortan un cerco eléctrico para vaciar una casa

La delincuencia en la Ciudad volvió a elegir la castigada Zona Norte para llevar adelante un brutal y feroz asalto, que además de heridas, golpes y pérdidas económicas, dejó como saldo una sensación que muy probablemente costará erradicar: el miedo constante.

El hecho no hace otra cosa que avivar el clima de conmoción que se vive por estos días en toda la Ciudad por el caso del comerciante que mató a una persona de 16 años, que había ingresado a su local con fines ilícitos (ver aparte).

Si bien tal hecho ocurrió en Tolosa, para muchos vecinos es una muestra más de lo que sucede en toda la Zona Norte, en donde la esperanza por recuperar la tranquilidad que durante tantos años caracterizó al sector prácticamente se ha desvanecido.

En este preocupante escenario, en las últimas horas un matrimonio fue sometido a una dura experiencia. El acto cometido por al menos dos desconocidos durante la noche del viernes, fue tan violento, que dejó a las víctimas sumidas en un cúmulo de desesperanza, temor e intranquilidad.

No es para menos, ya que este hecho viene antecedido por una seguidilla de episodios delictivos. Entre ellos figuran el escruche cometido a plena luz del día en la vivienda de un músico ubicada en 16 y 495 bis, de la que se llevaron dispositivos electrónicos e instrumentos musicales profesionales.

También se encuentra el millonario atraco cometido en la casa de un vecino de Los Ceibos, que se ausentó de su casa por dos horas y, al retornar, se topó con que le habían sustraído 9 mil dólares.

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Un día después de ambos episodios, la delincuencia volvió a marcar negativamente la vida de un habitante de City Bell. En esta oportunidad le tocó a un médico de 54 años, que reside en las inmediaciones del Parque Ecológico.

Justamente esta proximidad fue decisiva para que los ladrones pudieran acceder a la propiedad asaltada, ubicada en la calle 14B entre 458 y 459.

A los asaltantes no les bastó con apoderarse de los ahorros y objetos personales de las víctimas, sino que además demostraron una total falta de escrúpulos, al someterlos a toda una serie de tormentos con tal de cumplir con sus pretensiones.

Según pudo confirmar este diario, un grupo de al menos dos delincuentes armados y, con el rostro completamente cubierto, ingresó a la morada promediando las 2 de la madrugada. Fue después de seccionar el cerco perimetral, que divide la propiedad de la reserva natural.

En base a la versión oficial, el hecho de que la cerca alambre se encontrara electrificada, no fue impedimento para este clan de delincuentes que, empleando una tenaza, realizó un orificio lo suficientemente grande para pasar sin tener que sufrir una descarga.

Provistos de armas de fuego y una barreta, los ladrones no escatimaron en acciones violentas y castigaron de manera brutal al propietario del inmueble para que indicara dónde tenía sus ahorros.

Siempre en base a la versión policial, actuaron con tal nivel de sigilo y astucia, que el damnificado recién advirtió la presencia de los intrusos cuando los sujetos habían ingresado a la vivienda.

Si bien el hombre alcanzó a ponerse en estado de alerta al escuchar una serie de voces provenientes del exterior, su suerte y la de su familia ya estaba echada.

Luego de apoderarse de varios objetos de valor, los invasores se dieron a la fuga por el mismo lugar por el que ingresaron. El matrimonio, en tanto, debió recibir atención médica a raíz de las heridas provocas por los delincuentes.