La nueva centenaria de La Plata que no se cansa de tejer

Josefa María Lagioiosa alcanzó ayer el hito de cumplir 100 años y celebrarlo con un gran entusiasmo y vitalidad, rodeada de sus numerosos afectos. Su familia destacó que la cumpleañera tiene una memoria prodigiosa y que cada invierno teje abrigos para mimar a sus nietos y bisnietos.

Josefa es platense, nació un 29 de abril de 1924 en su casa de 12, entre 40 y 41. Al parecer heredó la buena genética de Federico Lagioiosa, su padre, quien fue dueño de una cadena de carnicerías de la Ciudad y vivió hasta los 99 años.

Esta mujer simpática y activa, ejerció la docencia durante algunos años, además fue secretaria del prestigioso médico Fidel Schaposnik y, durante algún tiempo, fue secretaria en la facultad de Ciencias Médicas de la UNLP.

Cumplió el proyecto de formar su familia junto a su esposo Bruno Rapacini y tuvo la alegría de convertirse en madre de Graciela, Ricardo, Ana, María Delia y Julio.

Con los años llegaron los niños que le dieron uno de sus más preciados títulos, el de abuela y ella se encargó de prodigarle todo el amor a Federico, Natalia, Nicolás, María, Daniel, Carolina, Santiago, Mariano, Belén, Florencia, Bruno y Fabricio. También tiene 13 bisnietos por los que se desvive.

La gran tejedora

Hasta la pandemia, la inquieta Josefa repartió su vida entre Mar del Plata y La Plata, pero en los últimos años prefirió pasar sus días en esta ciudad, en su casa de la zona de la Terminal.

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Dueña de una personalidad cálida y querible, Josefa despierta admiración entre quienes la conocen porque se muestra con una gran autonomía y lucidez. Recién comenzó a usar bastón hace pocos meses cuando sufrió una caída y lo hace para sentirse mas segura.

En relación a la fiesta con la que la homenajeó su familia se indicó que “se emocionó mucho con la reunión; la verdad que es admirable su memoria y que se acuerde hasta de los cumpleaños de sus bisnietos; además es muy activa, en el invierno nos teje chalecos para todos”, contó con orgullo una de sus nietas.