Con una frialdad absoluta, ladrones se apoderaron hasta de la heladera

Desconsuelo, impotencia y, por sobre todo, mucha indignación.

Ese se podría decir que es el combo de sensaciones que invaden por estas horas a una joven estudiante oriunda de Venezuela que reside en un sector de Barrio Norte.

El pasado viernes se le vino el mundo abajo cuando descubrió que había sufrido cuantiosas pérdidas a raíz de un escruche perpetrado durante el día, en su domicilio ubicado en la zona de 33 y 23.

Como sucede en este tipo de episodios, los individuos aprovecharon que la joven se encontraba cumpliendo con sus compromisos laborales y en la universidad para revisar hasta el último rincón de la morada de esta joven.

El robo fue descubierto promediando las 11 de la noche, cuando la mujer regresó a su casa.

Tras advertir que la puerta estaba abierta llamó a la policía para ingresar acompañada ya que temía que pudiera haber alguien en su propiedad, informaron las fuentes.

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Los uniformados se hicieron presentes a los pocos minutos pero para ese entonces, luego de tomar coraje, la mujer había decidido ingresar para comenzar a evaluar las pérdidas.

Se sospecha que al menos dos sujetos se presentaron apenas la oscuridad monopolizó el firmamento y, tras comprobar que no había nadie en la casa, forzaron la puerta con un elemento contundente de metal y accedieron.

Las marcas en la puerta principal son la prueba más cabal de que utilizaron el mecanismo de palanca para vulnerar la cerradura y abrirse paso.

Hasta el momento, es una de las pocas certezas que se tiene sobre cómo operaron estos sujetos.

En tanto, el horario preciso en el que ingresaron a la propiedad, la cantidad total de ladrones que participaron del golpe y la forma en la que arribaron al lugar, es decir a pie o motorizados, aún son motivo de análisis.

Como se dijo, todo apunta a que actuaron dos sujetos pero no se descarta la figura de un chofer.

Por ende, todos los caminos conducen a pensar que emplearon un vehículo para llevarse el botín.

Alcanza con ver la lista de objetos que sustrajeron: una heladera, un lavarropa automatico, una laptop, ropa y una suma de 200 dólares.

Para la policía está claro que un sólo individuo no pudo haber cargado todo sólo. Mucho menos llevárselo al hombro.

Resulta aventurado, por ahora, aseverar si quienes entraron a robar a la casa lo hicieron al azar o si observaron cuando la chica se retiraba de la finca.

Es una de las cuestiones a dilucidar por los pesquisas y que bien podría determinarse si es que una o más cámaras de seguridad en esa cuadra, lograron captar los movimientos de los autores del robo.

Es por ello que, ayer por la tarde, los investigadores continuaban intentando recolectar las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la zona con el objetivo de poder identificar los vehículos que a esa hora rondaron por la zona.

Este nuevo escruche tiene lugar un día después del resonante episodio que tuvo lugar en un sector de Barrio Aeropuerto.

Se trató de una situación similar al atraco cometido en la casa de la joven venezolana. Cuando toda la familia se encontraba cumpliendo con una serie de responsabilidades, los hampones especializados en los asaltos durante la ausencia de sus propietarios ingresaron en la vivienda emplazada en 661, entre 9 y 10 y se apoderaron de todo cuanto pudieron.

Las víctimas apuntaron entre los objetos robados una serie de camisetas de Gimnasia que tenían más un valor simbólico que como indumentaria ya que se encontraban enmarcadas.