Misterioso robo del “moño rojo” en La Plata: la ola delictiva pasó por El Mondongo

Una pareja del barrio El Mondongo salió de su casa, en la tarde del lunes, para llevar a su beba de solo 4 días de vida a una consulta médica. Sin que pudiera imaginarlo, fue el prólogo de un audaz ataque delictivo, que luego se consumó en ese domicilio.

El nuevo episodio de inseguridad, uno más en esa zona de la Ciudad, se produjo en una vivienda de 121 entre 67 y 68, donde las víctimas encontraron un singular moño rojo colgado de la reja del frente.

Las razones son materia de investigación y conjeturas.

Se trató de una marca para habilitar una incursión por el lugar o una burla. El tiempo traerá, tal vez, las respuestas.

Uno de los integrantes del matrimonio afectado por el caso de inseguridad, Leonardo Brito (38), relató en la tarde de ayer a EL DIA los pormenores de lo sucedido.

Todavía sorprendido por el golpe en la casa que habita con su esposa desde hace tres años, el hombre contó inicialmente que “salimos con mi mujer y nuestra beba de 4 días, a las 3 y media de la tarde, y volvimos seis horas después”.

Apenas la pareja arribó al inmueble en su auto, quedó desconcertada al observar que “había un moño de cinta rojo puesto en el picaporte del garaje”.

Reveló que “pensé que lo puso alguien para hacernos una macumba, pero enseguida entramos y vimos nuestra habitación totalmente revuelta, con el colchón de la cama corrido de lugar, mucha ropa y perfumes tirados en el piso, mientras que además abrieron mi caja de herramientas y las desparramaron por el cuarto”.

También indicó que “desordenaron al cuarto de nuestra beba, aunque no tanto como a nuestra habitación”.

Sobre los faltantes constatados en ese momento de angustia y desesperación, Brito informó que “nos llevaron nuestros ahorros (evitó precisar el monto), tres notebooks, una de las cuales era de mi lugar de trabajo, un reloj pulsera inteligente, un equipo de música y tres pares de zapatos, dos míos y el otro de mi mujer”.

“VIERON A UN TIPO SALIR DE CASA”

En medio de ese escenario, quedaron aún más perplejos cuando un vecino se acercó a comentarles que “vio a un tipo de algo más de 40 años y contextura física mediana, salir de casa -por el garaje- como si nada. Fue poco después de que nos fuéramos a las 3 y media de la tarde”.

Brito destacó al respecto que “seguramente el delincuente tiene que haber estado con por lo menos un cómplice, a quien quizá le fue pasando por una pared trasera las cosas que nos sacaron”.

“LE DIO DE COMER A MIS PERROS”

Entre los matices sobresalientes de este ataque, hubo uno que permite inferir que quien o quienes actuaron en esa propiedad, no son improvisados.

”Tengo cuatro perros medianos, pero hábilmente los controlaron dándoles de comer con el alimento balanceado que tenemos en casa, porque vimos que la bolsa había sido manipulada”, puntualizó.

Al momento de contar cómo accedieron el o los ladrones a esa finca, el hombre expuso en detalle que “a la puerta del fondo le faltaba el picaporte y la cerradura. Entraron por ahí”.

Aunque, de todas maneras, señaló que “notamos que abrieron los postigones de una ventana que da al patio del fondo. También los de otros de una ventana del frente de casa”.

Por otra parte, Brito rescató que, tras el llamado al 911, “la Policía vino enseguida”.

Al mismo tiempo, citó que “también se presentó acá personal de la Policía Científica, que nos dijo que no encontraron huellas dactilares de interés”.

Ahora apuesta a que “una cámara de seguridad de la Municipalidad haya filmado al delincuente, que escapó por el garaje de casa”.

”Es fundamental que se lo pueda ver nítidamente en el video de la grabación, para ver si lo reconocen o no”, subrayó.

No obstante, indicó, “vamos a solicitar a la Municipalidad que autorice a que la Policía pueda ver esa filmación”.

“EL BARRIO ESTÁ COMPLICADO”

Si bien el damnificado refirió que “es la primera vez” que sufre en carne propia esa ingrata experiencia, no soslayó mencionar que “el barrio está complicado”.

“Nos hemos enterado de otros vecinos que han padecido por acá un robo en su casa o al menos un intento de robo”, comentó Brito.

Como lo viene reflejando este diario en los últimos años, la inseguridad en El Mondongo es siempre un tema candente entre vecinos y comerciantes.

Fueron innumerables las reuniones y gestiones desarrolladas por la Asamblea Vecinal del lugar, ante jefes policiales y funcionarios provinciales y municipales. Pero el flagelo está lejos de ser siquiera controlado.

Por último, como lo consignó oportunamente este diario, en este sector de la Ciudad hasta hubo ataques de motochorras.

El ladrón que huyó por el garaje dejó en el portón un moño rojo. ¿Fue una burla o un mensaje?