Etcheverry, corazón valiente para avanzar en Roland Garros a la espera de otro “clásico”

En la Suzanne Lenglen se vivió un clima semejante a un partido de Copa Davis. A pesar del fervoroso aliento, que por momentos rozó con la falta de respecto, del público francés, Tomás Etcheverry (29) pudo sacar adelante un debut complicado ante el local Arthur Cazaux (77) por 3-6, 6-2, 6-1 y 6-4, después de tres horas y 26 minutos de juego.

De este modo, el platense avanzó a la segunda ronda de Roland Garros, donde se tendrá que medir con otro jugador francés: Arthur Rinderknech (69), que eliminó en la primera ronda al australino Adam Walton (96) tras vencerlo por 6-2, 6-4 y 7-5.

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Tomy tendrá por delante otro “clásico” entre Argentina y Francia, que muchos asocian esta rivalidad a la final del Campeonato Mundial de fútbol de Qatar 2020, donde el seleccionado nacional, capitaneado por Lionel Messi, alzó el trofeo después de superar en la tanda de penales al equipo galo.

A Etcheverry le costó tomarle el pulso del partido. Fue Cazaux, que perseguía su primera victoria en un Grand Slam (0-3), quien se mostró más agresivo en el set inicial. Tanto que en el cuarto game abrió una brecha en el marcador suficiente para (1-3) para acabar cerrando la manga a su favor, gracias a su capacidad para salvar las cuatro opciones de quiebre que concedió.

Etcheverry reaccionó y, poco a poco, se fue acercando a la versión que le permitió jugar la final del torneo de Lyon o las semifinales en el ATP 500 de Barcelona y el ATP 250 de Houston durante la gira sobre polvo de ladrillo.

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Tomy encadenó cuatro juegos consecutivos (después del 2 a 2) en el segundo set para igualar el encuentro. Poco antes de imponer una racha similar en el tercero, con cinco juegos seguidos tras el 1 a 1 inicial. El cuarto fue más cerrado, pero el platense lo pudo destrabar y en el punto final desató todo su desahogo contenido.

Con un 78 por ciento de puntos ganados con el primer servicio, un equilibrado balance entre golpes ganadores (40) y errores no forzados (37), además de siete quiebres convertidos en 21 oportunidades, Etcheverry certificó su presencia en segunda ronda de Roland Garros.