Telemedicina: la video consulta avanza fuerte, pero aconsejan límites

Desde la pandemia se instaló la posibilidad de recurrir al médico mediante un soporte técnico. Los pro y los contra de la prestación.

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Ivana tiene 17 años y está desde hace varias horas con un gran decaimiento y fiebre. Sus padres llaman al servicio de emergencias de OSPE para que un médico la revise en la casa, pero desde la obra social le proponen acortar el tiempo de espera y recurrir a la telemedicina. A los minutos, mediante una aplicación se contactan con un médico y, tras formularle algunas preguntas la paciente, le prescribe un antibiótico. De no mejorar, en 48 horas deberá hacer una consulta presencial. La modalidad es un nuevo servicio que llegó en la pandemia para quedarse.

El año pasado, IOMA -la obra social con mayor cantidad de afiliados en la Provincia- incorporó la telemedicina a su modelo prestacional. Eso contempla la atención médica de guardia las 24 horas y la atención de especialistas a partir de turnos programados a través de la página web o la App.

La asistencia es para todos los afiliados, sin cobro adicional. Entre las acciones que realizan los profesionales se encuentran el diagnóstico e indicación de pautas de alarma, derivación y activación de traslado, prescripción de medicamentos e indicación de estudios complementarios.

Mediante la plataforma también se ingresa al historial de consultas y a constancias de atención.

Desde la puesta en marcha del servicio de video consultas se realizaron más de un millón y se atendió al 10 por ciento del padrón.

Se informó que la demanda de atención es constante y el servicio presenta una tasa de efectividad del 85 por ciento, con una evaluación muy satisfactoria por parte los usuarios.

Los problemas de salud asistidos con mayor frecuencia son las infecciones estacionales, la gripe, resfriado o faringitis y la diarrea y gastroenteritis. También es una demanda frecuente la necesidad de renovación de medicación.

En cuanto a las barreras para su uso se mencionó que son las relacionadas con la necesidad de contar con un dispositivo tecnológico para acceder al servicio y, en cuanto a la labor profesional, la necesidad de realizar un examen físico exhaustivo frente a ciertas consultas.

Acceder al servicio es sencillo, ingresando a la APP IOMA Digital el afiliado puede ver en el menú la pastilla (botón) Telemedicina IOMA. Allí selecciona si requiere una atención de demanda espontánea, para consultas de urgencia a ser atendido por médicos con especialidad clínica o pediatría, o requerir de atención programada por especialistas.

Ante situaciones que requieran atención de urgencia, Telemedicina IOMA está conectado con el sistema de ambulancias para efectuar derivaciones de urgencia.

Desde el Colegio de Médicos, Jorge Mazzone sostuvo que la telemedicina cobró mucho auge durante la pandemia. “El colegio fue muy claro porque vimos que la telemedicina tiene una posibilidad más elevada de error; si hay algo que no puede dejar de hacerse es la revisación física del paciente”, dijo el médico.

Mazzone aclaró que una cosa es una consulta a través de un soporte de un paciente del que ya se conoce el cuadro y los síntomas y otra estar frente a alguien al que nunca se examinó.

“No se sabe qué parámetros clínicos tiene alguien al que nunca se vio, nosotros tenemos un principio fundamental y es cuidar la salud del paciente, nunca hacer más daño que la enfermedad. Hay que minimizar el error médico al máximo, hacer un interrogatorio, un examen físico, mirar los estudios complementarios”, agregó el médico y remarcó que la primera consulta siempre debe ser presencial.

En esa línea relegó a la telemedicina para segundas consultas, pero cuando ya se sabe las características del paciente.

 

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