Asombro bonaerense: pescadores sacaron un delfín prehistórico
Edición Impresa | 11 de Junio de 2024 | 01:03

A Damián Crispien y Pablo Silva, dos paisanos de San Pedro que regularmente buscan en el río el sustento familiar, la pesca les deparaba aquella madrugada una sorpresa que bien podria tomarse por un “cuento” de pescadores de no ser porque constituye un hallazgo excepcional. Y es que en el fondo de un riacho a cientos de kilómetros del mar pescaron los restos de un delfín de 5.000 años de antigüedad.
No menos sorprendente es que la pieza hallada por Crispien y Silva, un cráneode 60 centímetros de largo por unos 30 de ancho, se conserva en perfecto estado, como si el ejemplar hubiera muerto apenas unos meses atrás.
“Es un registro extremadamente valioso, tanto por el animal del que se trata como por el lugar donde fue encontrado”, aseguran desde el Museo Palentólogico de San Pedro, que se hizo cargo del hallazgo y ayer lo dio a conocer.
Como se pudo establecer, el material corresponde a un delfín “nariz de botella”, una especie muy conocida porque es la más cercana al hombre y se la puede ver en muchos acuarios del mundo hasta el día de hoy. Denominado científicamente Tursiops truncatus, su nombre común proviene de la particular forma de bulo que tiene su nariz.
“El cráneo fue pescado en el riacho Baradero, en un sector conocido como `Bajo del Tala`, partido de San Pedro, un sitio a unos 400 kilómetros tierra adentro del litoral marítimo actual”, detallan desde el Museo Palentológico local.
“NO LO PODÍA CREER”
“El primer contacto con el descubrimiento de los pescadores nos llegó de parte de Nicolás Crispien, operador de la radio local y primo de Damián, solicitando colaboración del museo para identificar ‘algo’ que los dos amigos acababan de sacar del río. Cuando vi la imagen del cráneo no lo podía creer. Un cráneo de delfín no se saca todos los días del fondo del río!!”, cuenta desde la Dirección del Museo Paleontológico de San Pedro, José Luis Aguilar.
La pieza fue hallada a unos 400 km tierra adentro del litoral marítimo actual
Como señala el especialista, su hallazgo constituye “el primer registro de delfines para el norte de la provincia de Buenos Aires y sur de Entre Ríos vinculado a la última entrada del mar al continente”.
“En otras oportunidades hemos recuperado restos de aquella ingresión en nuestra zona: conchillas, ostras…hasta restos de una antigua playa marina”, reconoce Aguilar.
Para la clasificación del ejemplar, el Museo Paleontológico de San Pedro contó con la ayuda de los doctores Sergio Bogan, integrante de la División Ictiología del Museo Argentino de Ciencias Naturales, y Sergio Lucero, quien se desempeña en la División Mastozoología de la misma institución.
Ambos especialistas coincidieron en clasificar a los restos como pertenecientes a un delfín del género Tursiops, un animal al que, como se dijo ya, puede encontrarse en diferentes regiones del planeta hasta la actualidad.
Propio de zonas costeras y amplios estuarios; la especie frecuenta ambientes tranquilos similares a los que se formaron durante la ingresión marina del Holoceno en el delta del Paraná Inferior.
CUANDO EL CAMPO ERA MAR
Entre 3.500 y 7.000 años atrás, durante el período conocido como Holoceno, tuvo lugar la última ingresión marina al continente. El mar avanzó por el Río de la Plata, ocupando el cauce del río Paraná e inundando todos los sectores bajos hasta pasar la zona donde se halla actualmente la ciudad de Rosario.
De ahí que en ocasiones suelen aparecer en esa zona restos de diferentes animales que habitaron aquel ecosistema de estuario. Sin embargo nunca se había descubierto en la zona el cráneo completo de un delfín.
“Es un ejemplar sumamente conservado y brindará una excelente oportunidad para estudiar otra de las especies marinas que se adentraron al continente en aquel evento global”, aseguran desde el Museo Paleontológico de San Pedro.
Con anterioridad, se han fechado muestras de vertebrados marinos en localidades vecinas, como Baradero y Ramallo, que han arrojado antigüedades que van desde los 5.000 a los 6.000 años.
El estado de la pieza recuperada y sus características de conservación nos permiten inferir que este material proviene del mismo rango temporal.
El museo de San Pedro posee una sala dedicada a la exhibición de los materiales marinos hallados en la zona. De ahí que “el descubrimiento de Crispien y Silva pasará a tener un lugar destacado en la difusión de ese importantísimo evento climático que alteró el paisaje de la región durante algunos milenios y configuró, en parte, la fisonomía de las barrancas del norte bonaerense”, afirman desde la institución.
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