Culebrón y dragones: la precuela de “Game of Thrones” estrena su segunda parte

Vuelven los domingos de culebrón y dragones con el regreso de “La casa del dragón”, que esta noche, a las 22, estrenará en Max el primer episodio de su segunda temporada.

Y celebran los ñoños, claro, pero también las familias, que se acostumbraron a reunirse por las noches para ver las intrigas palaciegas del sangriento clan Targaryen. Celebran también los estudiantes universitarios, los jóvenes adultos, los adultos que se asumen jóvenes. Celebran todos: “La casa del dragón” es una de las series más unánimente amadas del planeta, como refleja la cantidad de descargas pirata que se hacen de sus episodios.

Y eso que es una serie que todo el mundo miraba con desconfianza antes de su estreno: se trata de una precuela de la exitosa “Game of Thrones”, por lo que se suponía que llegaría a la pantalla con gran expectativa, pero la saga de Jon Snow y compañía, que puso al género fantástico de moda, había terminado, tras 8 temporadas, de manera decepcionante para muchos. Y no eran pocos los que señalaban la cantidad de proyectos alrededor de “Tronos” como una manera desesperada de seguir lucrando con la gallina de los huevos de oro.

Pero “La casa del dragón” no decepcionó con la historia que transcurre unos dos siglos antes de los eventos de ”Game of Thrones”, y retrata la interna Targaryen (los rubios platinados que montan dragones) por acceder al trono. Un trabajo generalmente masculino en el mundo de la saga, pero al que quieren acceder no una sino dos mujeres, Emma D’Arcy, la Reina Rhaeneyra, y Olivia Cooke, Alicent, cada una con sus métodos. Bueno, en esta segunda se verán cara a cara, al punto de que Max promocionó el estreno con dos trailers, uno por bando.

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LO QUE VIENE

La historia, adaptación de “Fuego y Sangre”, libro que aborda la historia de la Danza de Dragones, es la siguiente: tras los eventos de la primera parte, Westeros está al borde de una sangrienta guerra civil entre los Consejos Verde y Negro luchando por el Rey Aegon y la Reina Rhaenyra respectivamente. Los “Negros” apoyan a Rhaenyra Targaryen, la hija del rey Viserys I, como heredera legítima. Liderados por Rhaenyra y su esposo/primo, el príncipe Daemon Targaryen, su objetivo es asegurar el trono para Rhaenyra y sus descendientes. Por otro lado, los “Verdes” respaldan a Aegon II, el hijo de Viserys I con su segunda esposa, Alicent Hightower. Los Verdes son liderados por Alicent y su padre, Otto Hightower, la influyente Mano del Rey. Su meta es mantener a Aegon II en el poder.

Esta guerra devastadora, marcada por el uso de dragones en combate, provoca grandes pérdidas y debilitará a la dinastía Targaryen y al reino. “Solo diré que es Juego de Tronos, esperen lo peor. Esperen lo peor posible y luego duplíquenlo. No sé qué más decir sin estropearlo mucho, pero es atroz”, adelantó Cooke.

La serie, llena de intrigas palaciegas, escenas de acción y traición, sexo y muerte, ha sido tan exitosa en su primera entrega que aún antes de estrenar su segunda temporada, ya ha anunciado la producción de una tercera: es una de las últimas ficciones capaces de unificar la atención, en un mundo televisivo fragmentado, donde estamos viendo casi todos cosas diferentes, lo que no favorece la intención de las plataformas de concentrar la conversación, generar interés y sumar suscriptores. De hecho, las menciones en redes sociales son el nuevo rating, al punto de que series bastante vistas, pero poco discutidas, han sido canceladas por las plataformas: no les sirven a los fines de su estrategia de crecimiento.

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UN EVENTO TELEVISIVO

“La casa del dragón”, en cambio, es todo un evento televisivo, y Max se está ocupando de mantener alto el interés con campañas publicitarias grandilocuentes, como la que tuvo lugar en México: el histórico Castillo de Chapultepec mostró la bandera negra de la Casa Targaryen, lo que enfureció a las autoridades mexicanas.

Los productores de la serie de HBO publicaron esta semana un video del castillo, construido en el siglo XIX sobre una colina de la capital de México y escenario de la Batalla de Chapultepec de 1847, cuando los mexicanos que defendían el lugar donde se levanta el castillo prefirieron morir antes que rendirse ante las tropas estadounidenses. El video mostraba la bandera negra colgando sobre las almenas.

Inmediatamente, las autoridades mexicanas, ofendidas, emitieron un comunicado donde indican que la imagen es falsa, y amenazaron con interponer una demanda. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) señaló que las banderas fueron generadas por algún tipo de tecnología, y que en realidad nunca ondearon en el sitio. Al INAH, que es el guardián legal de los edificios y piezas históricas del país, le enfureció que el sitio histórico haya sido usado en la campaña publicitaria e indicó que procedería legalmente.

HBO no dijo nada sobre la polémica. Claro, se sabe: no hay tal cosa como la mala publicidad...