La pelea por la supervivencia del PRO, el iceberg que enfrenta Kicillof y otra crisis libertaria
Edición Impresa | 2 de Junio de 2024 | 04:14

José Picón
jpicon@eldia.com
Mauricio Macri está disputando en el tablero bonaerense un batalla por la supervivencia del espacio político que creó hace poco más de 20 años. La pelea casi sin retorno que protagoniza con Patricia Bullrich tiene enorme relación con el futuro del PRO, la fuerza que creó el ex presidente y que fue una parte esencial de la arquitectura electoral que lo llevó al poder.
Los tiempos han cambiado. Macri busca resistir la embestida de Bullrich para ir hacia una fusión con La Libertad Avanza. Para el macrismo, sería prácticamente firmar el acta de defunción de una marca que aún controla distritos clave como Capital Federal o que tiene gobernadores, intendentes y legisladores diseminados por todo el país, aún cuando está sufriendo la migración de parte de su histórico núcleo duro en dirección a los brazos de Milei.
La reacción al desafío de la ministra fue durísima. “El Calabrés se enojó, esto fue lo último que le toleró a Patricia”, dice uno de los dirigentes bonaerenses que reporta al ex presidente. Se refiere a la foto que Bullrich se sacó en Esteban Echeverría junto a parte de su tropa y al armador bonaerense libertario, Sebastián Pareja.
Para Macri, ese gesto supuso cruzar un límite. La orden fue tajante: vaciar De poder al armado que Patricia Bullrich logró articular en la Provincia. El ex presidente va por todo en esa disputa con la funcionaria nacional. Desalojó a una dirigente de Bullrich de la presidencia del partido en territorio bonaerense. Jugó a las líneas: forzó una renuncia masiva para generar un vacío que concluirá en agosto cuando, si no surgen imponderables, asuma el diputado nacional Cristian Ritondo, un hombre de su confianza.
Ese movimiento fue apenas una primera reacción que buscará tenga un efecto cascada sobre otros resortes institucionales. Sus legisladores bonaerenses recibieron la orden de correr a los bullrichistas de diversos cargos a los que accedieron cuando los bloques del PRO se mostraban monolíticos. Bullrich dispuso la ruptura de esas bancadas cuando Macri le arrebató la presidencia del partido. Ahora le llegará el vuelto.
Todos estos movimientos puede que tengan alcances mayores. ¿Se rompe el PRO? Es la pregunta que se formula en diversos ámbitos. Ni Macri va a echar a Bullrich ni la ministra quiere irse. Pero el quiebre está planteado.
Hay otro asunto que empieza a sobrevolar en medio de ese clima de tensión política: hasta qué punto esta toma de distancia del macrismo con la idea de fusión no implica al mismo tiempo empezar a alejarse de Milei.
Algunos sectores empiezan a analizar bajo esa óptica los gestos reiterados y poco amigables del Presidente. La reciente y sonora salida del jefe de Gabinete Nicolás Posse y el arribo de Guillermo Francos, volvió a postergar el nunca concretado arribo de macristas al Ejecutivo nacional.
Axel Kicillof logró, al menos, un gesto pequeño de la Casa Rosada. Quizás haya sido un intento por derretir un iceberg con un taza de agua caliente, pero supuso un paso adelante en la gélida relación con Milei el hecho de que algunos de sus funcionarios fueran recibidos por Francos.
TRANSFERENCIA
Desde la Provincia le fueron a pedir al Gobierno que le transfieran la obra de la autopista Presidente Perón que cruza varios distritos del Conurbano. La obra está parada y, según dicen los funcionarios bonaerenses, entraña un peligro doble: el del tránsito en sí y el hecho de que sus colectoras estarían siendo utilizadas como corredores seguros para el narcotráfico.
Esta última inquietud fue la que, en realidad, disparó la reunión que acordaron Bullrich y su par bonaerense, Javier Alonso.
En la Provincia no albergan demasiadas esperanzas respecto del pedido. La eventual transferencia debería venir con un permiso adicional para que Kicillof pueda tomar deuda con algún organismo internacional para financiar esos trabajos. Hasta el momento, el ministro de Economía Luis Caputo, evitó firmar estas autorizaciones.
Los libertarios, mientras tanto, siguen eyectando funcionarios. Ahora le tocó el turno a Pablo De la Torre, una salida en medio de la polémica por la distribución de alimentos, que pegó en el armado bonaerense de La Libertad Avanza.
El controversial despido impactó en la Provincia donde el hermano del ex integrante del equipo de Sandra Pettovello es senador provincial y participaba de la construcción política libertaria en territorio bonaerense. Joaquín De la Torre, de él se trata, ya se fue del bloque de La Libertad Avanza. Fue, en pleno proceso electoral, quien más empujó la fusión entre Juntos por el Cambio y la fuerza de Milei para derrotar a Kicillof.
Esos gestos le había alcanzado para incluir a varios funcionarios, además de su hermano, en la cartera de Pettovello. Incluso algunos ex candidatos a intendentes de Juntos por el Cambio que aún sobreviven a la purga. Por cuanto tiempo, nadie lo sabe.
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