Los Tilos no mereció sufrir tanto para ganar el clásico

En el marco de la fecha Nº 12 de la Primera A, Los Tilos le ganó a La Plata por 16 a 14 en un cotejo que se disputó en el predio canario de Manuel B. Gonnet y que fue presenciado por una multitud.

Y fue más que justa la victoria del Verde que volvió a festejar en campo canario como no lo hacía desde hacía 22 años: victoria 25-24 que databa del 24/8/2002.

Un XV visitante que tuvo a maltraer durante setenta de los ochenta minutos de juego que duró este nuevo clásico del rugby de nuestra ciudad, que con lo que pasó ayer, quedó con 33 victorias par a La Plata, 17 para los del Barrio Obrero y 12 empates.

Empezó mejor el dueño de casa porque cuando amanecía el derby, Bautista Ozog vulneró el in goal visitante luego de una buena jugada de Martín Nanni. Pero le duró poco el festejo, porque tras un jugadón de Bares, Mateo Fernández se filtró entre la defensa amarilla y coronó un lindo try que además contó con la conversión que igualó en 7. Igualar es un decir porque a partir de allí, los dirigidos por el tándem Bernal-Valiente-Baca, se adueñaron de todas la formaciones fijas (con un scrum demoledor) y le empardó la obtención en la hilera a La Plata. Y además metió una defensa granítica cada vez que el local quiso intentar algo. En base a penales cambió la indisciplina canaria por puntos merced a la puntería de una de las figuras: Mateo Fernández.

Así se fue el primer tiempo, parejo, áspero y con la sensación que Los Tilos si metía un golpe de knock out, no habría mucho más. Y quizás ese fue el error del equipo visitante, porque no lo definió cuando se puso muy lejos en el marcador (16-7) y lo dejó con vida a La Plata.

Y el Canario movió el banco, ingresaron Tomás Bernasconi (volvió de jugar el Súper Rugby Américas) y Facundo Scarpinelli; justamente el hooker que ya tiene casi 50 tries marcados en su joven carrera, descontó con un try que llevaba el ADN amarillo: line, maul y el primera línea metiéndose a pura guapeza entre la muralla verde para que con los dos puntos de la conversión de Di Lucca, el clásico Nº 62 ganara en emotividad y se pusiera 16-14.

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Y fue por todo la Plata en esos últimos 10 minutos de partido y el Verde pareció como sobrepasado por el ímpetu canario.

Decididamente el encuentro se puso más emotivo que nunca y ahí pudo terminar para cualquiera.

Porque Los Tilos se equivocó como no lo había en toda la tarde y el quince local se dio cuenta. Encima el pack amarillo, empezó a ganar los últimos scrums y de hecho en la última jugada del encuentro, La Plata sacó un penal de la formación madre del rugby y se festejó como un try. Porque era recto frente a los palos y porque Lucho Di Lucca no falla. Pero falló. Y fue festejo verde nomás que se adueño de la punta en soledad y ahora recibirá en 21 y 522 al bravo Hurling, pero esa, esa será otra historia.