“Cómplices del engaño”: “Poliladron”, pero como una comedia de enredos

Richard Linklater, director de “Boyhood”, estrena en salas su última película, donde un agente encubierto se enamora de una mujer que quiere matar a su marido

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“Cómplices del engaño”, estreno del jueves, es una comedia romántica mezclada con policial, protagonizada por dos de los actores más candentes del momento, Glen Powell y Adria Arjona, que protagonizan en la pantalla grande algunas escenas de alto voltaje. Una propuesta burbujeante que ya compró Netflix pero que antes pasará, desde el jueves, por los cines.

Sexo, crimen, amor, actores en ascenso con poca ropa: una película típica de vacaciones, y una propuesta inesperada, casi fuera de registro, si se tiene en cuenta que este romance entre un agente que finge ser un asesino a sueldo para atrapar a personas que quieren contratarlo, y una mujer que quiere matar a su pareja, es la última película de Richard Linklater, el director de “Antes del amanecer” y “Boyhood”.

Una película en la que el cineasta estadounidense decide divertirse, y lo hace con una desafiante premisa: el asesino a sueldo, plantea su personaje protagonista, Gary Johnson, el falso asesino a sueldo que realiza operaciones encubiertas para atrapar personas con ánimo de matar (basado en un agente real), es un mito de Hollywood.

“He tenido que hablar de esto con la película ahora: ‘¿los asesinos a sueldo no existen?’ Por supuesto que no existen. Haz la cuenta. ¿Alguna vez has oído hablar de asesinos a sueldo siendo arrestados? No existen a nivel minorista. La noción de que alguien que nunca has conocido y que es un gélido profesional con el que te reúnes cinco minutos va a arriesgarse a la pena de muerte es absurda. Creo que como cultura tenemos que creer en ello. Nos gusta creer en ello”, dice Linklater.

Todo en este proyecto revela el deseo de Linklater de jugar. De hecho, toma la historia real de Johnson (Powell, el galancete de “Con todos menos contigo”, que escribió el guión con Linklater) y se divierte con ella. Gary, metido en su papel de falso asesino a sueldo, adopta personajes cada vez más variopintos y se encuentra en una difícil encrucijada personal tras enamorarse de una mujer (Arjona) que quiere ver muerto a su marido. Un disparate, nada de eso ocurrió en la vida real de Johnson, avisa la película al final.

El cineasta dice que es una película típicamente existencialista, como el resto de su cine, y efectivamente aparecen allí preguntas sobre el bien y el mal, pero admite que es una versión retorcida juguetonamente, un screwball noir.

“Si te tomas las cosas muy en serio o son importantes, entonces lo son en tu película. Yo no me tomo nada demasiado en serio”, dice Linklater. “Simplemente no puedo hacer ciertas cosas con una cara seria. Es todo estúpido. Como existencialista de la vieja escuela, voy por la vida con una cierta distancia, diversión, ironía. Comprometido. Me importan muchas cosas. Pero no estoy tan invertido en los resultados. No creo mayormente en las tramas de ficción. Por eso era interesante ser un poco más conspirador, estar más en algunos géneros que estoy mezclando. Siempre he dicho que la trama es falsa. La vida no funciona así. No tenemos vidas basadas en la trama. Nos guiamos por los personajes”.

ALGORITMOS Y CINE

Linklater hizo “Cómplices…” sin distribuidor. Se proyectó en Toronto, con gran éxito, y Netflix la compró. Aquí, se verá primero en cines, pero no deja de ser una señal de los nuevos tiempos, dice el director.

“Antes, el director del estudio se sentaba con vos, hablaban y te decía: ‘Creo que tienes la película dentro. Vamos a hacerla’. Ahora, ni siquiera quieren saber de vos. Te enfrentás a algoritmos y al marketing por adelantado”, cuenta. “Así que fue genial decir: ‘Hagamos la película y apostemos por nosotros mismos’”.

Linklater llegó a declarar que a una era del cine “se la llevó el viento, o se la llevó el algoritmo”. “Hay que reconocer que los tiempos cambian. Lo he visto cambiar a lo largo de los años, todos lo hemos visto. Lo mío es intentar salir de nuestro pequeño mundo insular. El ataque es a la conciencia humana. Tiene un oponente formidable en algo que se apodera de nuestros cerebros y capta nuestra atención”, dice.

 

El actor Glen Powell escribió el guión de “Cómplices del engaño” junto a Richard Linklater

 

Una idea que estaba presente en su última película, la animada “Apollo 10 1/2” para Netflix, que recordaba con cariño una educación menos estructurada y predigital. “Era una especie de infancia analógica, libre, en la que realmente tenías que crear tu propia diversión. Nada estaba hecho a tu medida”, recuerda Linklater. “Había muy pocas películas o programas de televisión dirigidos a los niños. Encontrabas tu camino. No te daban de comer. Veían a los niños como una molestia o algo que había que aguantar, no como un mercado.

Pero Linklater, de todos modos, se define como “una persona muy optimista. Es un negocio optimista. Es un buen momento para ser cineasta. No soy pesimista por naturaleza. Me encanta todo lo relacionado con hacer películas. Me encantó toda la experiencia de ‘Apollo 10½’. Fue una experiencia muy personal. Y entonces un día apareció en una plataforma sin fanfarria. Siempre es un poco triste cuando te das cuenta de que ni siquiera tus amigos saben que se ha estrenado tu película. Para mí, si pasa algo bueno a partir de ahora, es por suerte. Sabes que hay público para tu película, sólo hay que ver si lo encuentran. Nunca he hecho una película que no pensara que le gustaría a la gente”.

Cómplices del engaño
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Glen Powell
Adria Arjona

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