Gradual toma de conciencia sobre el valor de los trasplantes

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En las últimas jornadas se realizaron en todo el país actos alusivos a la donación de órganos, ya que cada 30 de mayo se celebra ese día en conmemoración del nacimiento del hijo de la primera paciente que dio a luz después de haber recibido un trasplante en un hospital público.

Está claro que la fecha vale asimismo para homenajear a todos los donantes que realizan un acto de amor y altruismo, aprovechándose también para conocer datos científicos y estadísticas relacionadas a esa práctica.

Como valor esencial de este tipo de operación debe señalarse que después de ella una persona que necesitó un trasplante puede reintegrarse plenamente a la vida social: trabajar, estudiar, hacer deportes, disfrutar del tiempo libre con su familia y amigos y proyectar un futuro.

Y vale enfatizar que la realización de cada trasplante es posible por la participación de la sociedad representada en el acto de donar, así como la intervención de los profesionales de la salud de los establecimientos hospitalarios de todo el país, y al trabajo de los organismos de procuración que pertenecen al sistema sanitario argentino, distribuidos en distintas provincias.

En este último sentido, tal como se informó desde el Centro Único Coordinador de Ablación e Implante (CUCAIBA) bonaerense, casi 5 mil habitantes de la Provincia se encuentran en lista de espera.

De acuerdo con los datos del CUCAIBA, en el primer cuatrimestre de este año se lograron procurar 242 órganos para trasplante, mientras que en el mismo período de 2023 se obtuvieron 189.

Durante el pasado mes de mayo el organismo desplegó diversas actividades para sensibilizar sobre la importancia de la donación y reconocer a los equipos de salud que trabajan para procurar órganos y tejidos. En ese sentido, en el marco del Congreso Provincial de Salud que se llevó a cabo en Mar del Plata a principios de este mes, se entregaron reconocimientos a 14 hospitales públicos bonaerenses por su actividad de procuración de órganos y tejidos durante el año 2023.

Debe señalarse que, luego de una larga época de marchas y contramarchas en la que incluso se originaron controversias científicas y de naturaleza ética, lo cierto es que, primero a partir de la sanción en 2006 de la llamada ley nacional del donante presunto y, luego, de la ley Justina –que eliminó el consentimiento familiar para la figura del donante presunto- , se experimentaron adelantos trascendentes, contextualizados, como se ha dicho, por un gradual y mayor grado de conciencia en la población acerca de la importancia de los trasplantes.

En realidad, esa suerte de madurez alcanzada se había venido reflejando en distintas estadísticas oficiales que registraban un crecimiento en la disponibilidad de órganos ya con anterioridad a la aprobación de la ley Justina y, subsiguientemente, de los trasplantes realizados en el país. A su vez, debe valorarse el hecho de que la sanción de la ley donante presunto colocó a la Argentina entre los países líderes, que cuentan con los mayores niveles comparativos en donaciones y trasplantes.

 

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