El periodismo de los clicks

Leo en las redes que los hinchas de Real Madrid están felices. Porque hasta Leo Messi reconoce en una entrevista que Real Madrid es hoy “el mejor equipo del mundo”. Y así lo reflejan luego muchos de los principales portales. Voy a la entrevista. Y veo que, okey, Messi, efectivamente, dice eso. Pero que aclara que lo dice desde el punto de vista de los “resultados”. Porque “en juego”, el mejor equipo del mundo, a su juicio, sigue siendo el Manchester City de Pep Guardiola.

Leo también, algo sorprendido, porque no es habitual en él, que Marcelo Bielsa critica a su colega mexicano, Jaime Lozano, por haber jugado con varios suplentes en el partido que Uruguay terminó ganando por goleada (4-0), de preparación hacia la Copa América de Estados Unidos. Los portales, casi todos, enfatizan en sus títulos la supuesta crítica de Bielsa a su colega. Voy al original de las declaraciones. Todo lo contrario, Bielsa, en rigor, comprende la decisión de su colega, porque México tiene que jugar a los pocos días contra Brasil.

Nunca hubo un periodismo perfecto. En general, lo hubo algo arrogante. Que casi no aceptaba errores y mucho más difícilmente pedía disculpas si se equivocaba. Pero lo de estos tiempos es distinto. Potenciado por las redes, porque la polémica se impone a la supuesta verdad, y porque todo debe hacerse rápido. También la velocidad le gana a la supuesta verdad.

El periodismo perdió esa jerarquía, esa distinción que alguna vez tuvo

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El viernes 7 de junio se cumplió un nuevo Día del Periodista. Veo uno de los principales resultados de una encuesta del sindicato Sipreba, que desnuda que el 76 por ciento de los trabajadores de prensa en el AMBA cobra sueldos por debajo de la línea de pobreza (peor en la prensa escrita, donde esa cifra sube al 92 por ciento). Hubo un tiempo en que ser periodista tenía algo de distinción. El dinero era también más decente.

Por las razones que fuere, eso cambió. Y ese cambio es algo que acaso excede a la crisis general. El periodismo perdió esa jerarquía, esa distinción que alguna vez tuvo. Y el deterioro fue dándole peso a la escena que hoy vemos. “Informar es dar forma”, me dijo una vez algún viejo profesor. Ahora, más que informar, se deforma. Messi dice que Real Madrid es el mejor y Bielsa es duro con Lozano. Y así casi todo. Eso vende. Genera clicks. Polémicas. Odios y hasta insultos. Y la comunicación que debería tender puentes termina levantando muros.