VIDEO. Estudiantes y un partido para el olvido: derrota, eliminación y dudas
Edición Impresa | 18 de Julio de 2024 | 02:22

CÓRDOBA, ENVIADO ESPECIAL
Por MARTIN CABRERA
Estudiantes terminó el semestre pasado pidiendo a gritos el descanso luego de ser campeón de la Copa de la Liga. Ya no podía más desde lo futbolístico y mental. Necesitaba bajar las revoluciones. Fue el último equipo en regresar y uno de los primeros en empezar jugar. El resultado no debería sorprender: cayó 2-1 ante Central Córdoba por los 16vos. de final de la Copa Argentina y se despidió del torneo que ganó el año pasado.
El descanso, lejos de hacerle bien, lo disminuyó aún más futbolísticamente. Porque además de dejar en evidencia su falta de fútbol dejó en el camino a varios jugadores titulares como Zaid Romero, Javier Correa y Fernando Zuqui. Y otros que se lesionaron como Enzo Pérez y Mauro Méndez. Con lo poco que le quedó salió a la cancha y desnudó muchísimas miserias que los propios protagonistas reconocieron luego del partido. Sin refuerzos y sin objetivos el semestre será larguísimo. Eterno.
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El primer tiempo de Estudiantes, que arrancó con un esquema 4-2-3-1 (Sosa y Ascacibar de doble cinco) no fue malo, fue muy malo. Lento, previsible, desconcentrado y con una alarmante falta de actitud para ir a disputar cada pelota: las divididas fueron todas para el equipo santiagueño. Por eso se fue al descanso 1-0 abajo y con un Matías Mansilla que tuvo que ser figura para evitar recibir otro gol que hiciese más difícil la cosa. Está claro que a este equipo le falta mucho todavía para parecerse al del año pasado o al del primer semestre.
El Pincha no pudo manejar la pelota y cada vez que el rival lo atacó por las bandas lo complicó tanto como para estar en desventaja. Fue una pesadilla Matías Martínez por la izquierda, porque siempre agarró mal parado a Mancuso o cuando lo tuvo que cortar Fede Fernández. Lo mismo pasó por la banda opuesta con Discoteca Godoy y las subidas de Rafael Barrios. Sin marca en el medio y desarmado afuera. Imposible.
A los 3 minutos el Ferroviario tuvo la primera y dejó al desnudo lo mal que estaba Estudiantes. Lo erró Barrios, sin marca. En la segunda chance no perdonó Rodrigo Atencio, que recibió la pelota luego de uno de los tantos desbordes de Giménez. Merecido 1-0.
Estudiantes lució muy falto de ritmo. Las largas vacaciones y la pretemporada dejo secuelas, como la falta de refuerzos y la salida de varios jugadores que alternaban como titulares. Sólo tuvo una chance y fue my clara: jugadón de Tiago Palacios por la derecha y le cedió el gol a Guido Carrillo, que tardó mucho en poner su pie derecho casi debajo del arco. Fue una jugada que dejó a la vista de todos la falta de fútbol del equipo y principalmente todo lo que le falta al de Magdalena para volver a ser lo que fue hace poco tiempo pero que tantas lesiones lo marginaron.
Párrafo aparte para la pelota parada. Muy pero muy mal José Sosa en cada envío, dándole el balón al arquero de una manera muy simple. Hasta él mismo se fastidió con su juego y se lo reprochó en el medio del campo. Imposible de disimular. En la última la tiró directamente afuera, previo pique metros antes de la línea, mostrando una descoordinación total. Ni siquiera se quejó porque supo mejor que nadie que no estaba jugando bien.
Otro apartado para Alexis Manyoma, que desaprovechó su chance una vez más e instaló una pregunta: ¿peor puede jugar un juvenil del Club? Está claro que no y si lo hiciese no tuvo costo de inversión como en este caso.
Si Estudiantes no encuentro incentivos tendrá un semestre demasiado largo
El segundo tiempo empezó con el segundo gol de Central Córdoba, de tiro libre, otra vez con Rodrigo Atencio como protagonista. A los 6 minutos la clavó en el ángulo de un Mansilla que armó una barrera de pocos hombres y poco pudo hacer luego. A esa altura, con el juego mostrado, parecía imposible de revertirlo.
Estudiantes no mejoró con la desventaja pero al menos fue a buscarlo. Con errores, sin ideas y sin recambios en el banco de suplentes, empezó a atacar. Casi en la primera jugada, luego de que Andrés Gariano ignorara un claro penal de Ingolotti a Edwuin Cetré, llegó el descuento de Pablo Piatti, de cabeza, tras un centro desde la derecha,
El gol no fue un impulso porque futbolísticamente nunca tuvo argumentos como para ir por el empate pese a que quedaban más de 25 minutos por delante. Pero Eduardo Domínguez no hizo cambios, por un lado porque dejó en evidencia que el plantel que le quedó es corto pero al mismo tiempo para no exponer a los juveniles. Con lo que había a mano fue pero sin ideas, en medio de una pretemporada, sin amistosos disputados... Demasiadas ventajas que las pagó con una dolorosa eliminación de la Copa Argentina, que no era su objetivo para este año pero un escalón en donde pararse por un tiempo. Ahora no lo tiene, como tampoco tiene un plantel largo. Y un montón de meses por delante para jugar por poco. Tiene todo para mejorar. O cambiar.
Video. Análisis desde Córdoba, Martín Cabrera
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