“En un abrir y cerrar de ojos”: cuidaba una casa en La Plata, se durmió y la vaciaron
Edición Impresa | 23 de Julio de 2024 | 02:37

La delincuencia continúa generando importantes perjuicios a lo largo y a lo ancho de la geografía platense. Por eso, ausentarse de la vivienda propia representa, desde hace varios años, un verdadero riesgo que muchos deben correr.
No importa el motivo de la ausencia. Vacaciones, esparcimiento, un paseo o, incluso, cumplir con tareas tan elementales como ir a trabajar o a estudiar, se han convertido en excelentes oportunidades para el delito especializado en los saqueos.
El asedio es tal que, además de instalar sistemas de vigilancia y alarmas, los vecinos organizan la rutina familiar de forma que la casa no quede sola en ningún momento. Sin embargo, los ladrones parecen tener un as bajo la manga, ya que siempre se las ingenian para atacar aquellos lugares que, pese a las precauciones, igual quedan sin moradores.
El domingo se conoció el caso de una familia de Villa Elisa, cuya vivienda fue desvalijada mientras disfrutaban de una salida. De nada sirvió la contratación de un sistema de seguridad ni las rejas. Los sujetos lograron vulnerar la propiedad y, en menos de diez minutos, se llevaron un suculento botín.
Muchos consideran a los escruches como el “mal menor” porque, a diferencia de lo que sucede durante embestidas como los asaltos o entraderas, ocurre en ausencia de las víctimas.
Pese a ello, suele tener consecuencias devastadoras, tanto por el robo de objetos de valor, como por los actos de vandalismo contra la estructura y el mobiliario de cualquier domicilio. Es por ello que, si se trata de una larga ausencia, muchos optan por apelar a las medidas más conocidas como las cámaras de seguridad, alarmas y rejas.
Generalmente este combo se combina con la visita periódica de algún pariente o amigo, que se encarga de verificar que todo se encuentre en condiciones y reflejar la presencia de gente en la morada.
Esta fue la estrategia que terminó adoptando un hombre que, por una serie de situaciones personales, imprevistamente debió dejar su casa ubicada en el Barrio Malvinas, sobre las calles 38 y 150.
El hombre contaba con cámaras y enrejados. No obstante para sentir un mayor grado de seguridad, le pidió a su conocido, que asumiera la tarea de asistir periódicamente a su domicilio.
Desde el miércoles pasado hasta el sábado todo se desarrolló con normalidad. El “cuidador” realizaba sus rondas cada cuatro o cinco horas e incluso se quedó algunas noches a dormir en la vivienda. Pero el domingo a la noche decidió cambiar la rutina. Tras revisar que todo estuviera en orden, el hombre se fue a su casa a descansar. Hasta dejó el equipo de aire encendido.
Su plan era despertar a primera hora y, antes de desayunar, acudir a la casa para verificar que todo estuviera en orden. A contramano de sus planes, durante la ronda matutina terminó descubriendo el peor de los escenarios para su vecino.
Según confiaron fuentes que investigan el caso, apenas llegó a la propiedad, se encontró con que el protón principal de chapa estaba abierto y que presentaba claros signos de haber sido barreteado.
Cuando separó la hoja del dintel, un abrumador desorden le hizo comprender de forma inmediata que la casa había recibido una indeseable visita. De forma inmediata, se comunicó con el propietario para darle la noticia y pedirle detalles sobre los pasos a seguir.
Según el inventario que hicieron vía telefónica, los sujetos se llevaron una heladera, un televisor, una cocina con garrafa de 10 kilos, un sommier, un tractor de cortar pasto y un lavarropas automático. Como se indicó en la mayoría de estos atracos también suelen tener daños edilicios. Esta no fue la excepción, ya que terminaron rompiendo la pared para arrancar el aire acondicionado.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE