
“Alto el fuego total”: lo anunció Trump, entre Irán e Israel
“Alto el fuego total”: lo anunció Trump, entre Irán e Israel
Los gobernadores y la Rosada, lejos de un acuerdo por los fondos
Una trampa mortal: el tránsito sumó otras dos víctimas fatales
El Senado se reúne con la mira en jueces, reelecciones y nueva deuda
Alertan por fuertes subas en el pago del derecho para construir
Educación sin barreras: el reclamo de un estudiante en silla de ruedas
Las zonas que tuvieron una leve nevada en el conurbano bonaerense
“Justicia por Pablo”: emotiva concentración por el hombre asesinado
Atacan a cuchillazos a un taxista, que enfiló hacia una zanja para salvarse
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Más del 75% de los argentinos sufre algún tipo de trastorno del sueño, mientras que el 21% descansa menos que lo ideal. Claves para tener más energía y rendir durante el día
El sueño es uno de los pilares más importantes de la salud / Pexels
Un fenómeno inquietante se despliega silenciosamente: la alteración del sueño en Argentina y la Región no es una excepción. Según un estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), más del 75% de los argentinos sufre algún tipo de trastorno del sueño. Este dato, alarmante en sí mismo, revela una realidad aún más preocupante: el 38,61% de los encuestados reporta insomnio o sueño interrumpido, mientras que el 21,39% duerme menos de lo habitual y el 15,95% duerme más de lo necesario.
La crisis económica, un espectro omnipresente en la vida cotidiana, parece ser un factor determinante en esta problemática. Más de la mitad de los participantes en el estudio de la UBA considera que están atravesando una crisis, siendo la económica la más mencionada. Este contexto de incertidumbre y estrés constante no solo afecta la calidad del sueño, sino que también tiene repercusiones en la salud mental y física de la población.
Por otro lado, un sondeo de la consultora Poliarquía en sociedad con Prosanity arroja luz sobre otro aspecto crucial: el tiempo de sueño. Según este estudio, el 51% de los argentinos duerme seis horas o menos por día, una cifra que está por debajo de las recomendaciones de los especialistas para un descanso reparador. En contraste, otro estudio realizado entre octubre y diciembre de 2021 indica que el promedio de horas de sueño por día es de aproximadamente 8 horas y 27 minutos. Esta disparidad en los datos refleja la diversidad de experiencias y hábitos de sueño en el país.
Ilustración: Freepik
La exposición a la luz natural emerge como una solución potencial para mejorar la calidad del sueño. Investigaciones del CONICET destacan la importancia de la luz solar en la regulación del ritmo circadiano, sugiriendo que una mayor exposición durante el día podría ayudar a mitigar algunos de los problemas de sueño más comunes.
LE PUEDE INTERESAR
Cirugías estéticas: una moda que conlleva altos riesgos para la salud
En medio de esta maraña de datos y realidades, una cosa queda clara: el sueño argentino está en crisis. Sin embargo, también hay esperanza. Con un enfoque adecuado en la salud mental, la gestión del estrés y la promoción de hábitos saludables, es posible que los argentinos puedan recuperar el descanso perdido y, con él, una mejor calidad de vida.
El sueño es uno de los pilares más importantes de nuestra salud, un elemento esencial que impacta directamente en nuestro bienestar físico y mental. Sin embargo, muchas veces nos encontramos en una encrucijada donde nuestra mala salud interfiere con la capacidad de mantener un sueño adecuado. Un reciente estudio publicado en PLoS Medicine arroja luz sobre esta problemática, destacando la estrecha relación entre la duración del sueño y la prevalencia de enfermedades crónicas.
Los investigadores, a través de un meticuloso análisis que incluyó entrevistas a cerca de 8.000 funcionarios del Reino Unido, exploraron cómo las horas de sueño afectan la salud. Los participantes del estudio respondieron a preguntas sobre la cantidad de horas que dormían en promedio durante la semana. Los resultados obtenidos tras dos décadas de seguimiento revelaron conclusiones preocupantes. Las personas que, alrededor de los 50 años, dormían cinco horas o menos por noche, mostraron una probabilidad un 30% mayor de padecer enfermedades crónicas como el cáncer o la diabetes en comparación con aquellos que dormían siete horas.
El 51% de los argentinos duerme seis horas o menos por día, una cifra preocupante
El estudio también subrayó que la reducción de las horas de sueño a partir de los 50 años se asocia con un aumento significativo del riesgo de muerte debido a estas enfermedades. Estos hallazgos refuerzan la noción de que dormir poco no es saludable y plantean preguntas cruciales sobre las causas subyacentes de la falta de sueño en algunas personas. Según Derk-Jan Dijk, director del Centro del Sueño de Surrey, la gran pregunta es por qué algunas personas duermen menos y qué se puede hacer al respecto. El sueño, aunque es un factor de estilo de vida modificable hasta cierto punto, sigue siendo un enigma en muchos aspectos.
La calidad del sueño es tan importante como la cantidad. Dormir bien significa no solo cumplir con un número mínimo de horas, sino también asegurar que esas horas sean reparadoras. Existen varios consejos que pueden ayudar a mejorar la calidad del sueño. Evitar las siestas después de comer, reducir el consumo de cafeína y alcohol en las horas previas a acostarse, y mantenerse activo durante el día son algunas de las recomendaciones para facilitar un buen descanso nocturno. Además, en caso de dificultad para conciliar el sueño, realizar actividades relajantes como leer un libro puede ser beneficioso. La idea es preparar el cuerpo y la mente para el descanso, volviendo a la cama una vez que el sueño se haga presente.
El mal descanso nocturno afecta el rendimiento diurno / Pexels
El impacto del sueño en nuestra salud no debe subestimarse. Dormir bien reduce la frecuencia de enfermedades, disminuye el estrés y mejora el estado de ánimo. También permite un mejor desempeño en el trabajo y en los estudios, y ayuda a tomar decisiones más acertadas. En una era donde la vida moderna nos empuja a ritmos frenéticos y a menudo sacrifica el sueño en nombre de la productividad, es vital recordar que el descanso adecuado es una inversión en nuestra salud a largo plazo.
Las investigaciones continúan revelando nuevos aspectos sobre la importancia del sueño y su relación con la salud. A medida que entendemos mejor estos vínculos, se vuelve evidente que el sueño debe ser una prioridad en nuestras vidas. No se trata solo de evitar la fatiga o el mal humor, sino de protegernos contra enfermedades graves y prolongar nuestra vida.
En conclusión, el sueño es mucho más que un simple acto de descanso. Es un proceso complejo y vital que afecta todos los aspectos de nuestra salud. Asegurarnos de dormir bien, tanto en cantidad como en calidad, es esencial para mantenernos saludables y mejorar nuestra calidad de vida. Las recomendaciones y consejos basados en estudios científicos deben ser considerados y aplicados en nuestra rutina diaria para lograr un sueño reparador y, en última instancia, una vida más saludable y equilibrada. La clave está en entender que el sueño no es un lujo, sino una necesidad fundamental que no podemos permitirnos ignorar.
Dormir bien no es un lujo, es una necesidad. En una sociedad donde las agendas apretadas y el ritmo frenético son la norma, el sueño a menudo queda relegado al último lugar de nuestras prioridades. Sin embargo, es crucial comprender que el descanso no es solo una pausa necesaria para recargar energías, sino un pilar fundamental para mantener la salud física y mental.
Las recomendaciones sobre las horas de sueño varían según la edad y las necesidades específicas de cada etapa de la vida. Para los más pequeños, por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece pautas precisas. Los lactantes menores de un año deben dormir entre 14 y 17 horas diarias, incluyendo siestas, para asegurar un desarrollo saludable. A medida que crecen, las horas de sueño necesarias disminuyen: los niños de 1 a 2 años deben descansar entre 11 y 14 horas diarias, y aquellos de 3 a 4 años necesitan de 10 a 13 horas.
La importancia de estas recomendaciones radica en el papel crucial que juega el sueño en el desarrollo infantil. Durante el sueño, el cerebro de los niños procesa la información adquirida durante el día, consolidando aprendizajes y experiencias. Además, un sueño de calidad favorece el crecimiento físico, ya que durante este período se liberan hormonas esenciales para el desarrollo.
Hay un piso de horas para el descanso según cada grupo etario / Pexels
A medida que los niños crecen y entran en la etapa escolar, las necesidades de sueño se ajustan nuevamente. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, los niños en edad escolar (de 6 a 12 años) necesitan entre 9 y 12 horas de sueño cada noche. En la adolescencia, la recomendación es de 8 a 10 horas por noche. Esta etapa, marcada por profundos cambios físicos y emocionales, requiere un descanso adecuado para afrontar los desafíos académicos y sociales con mayor claridad y resiliencia.
En el caso de los adultos, la cantidad mínima de sueño recomendada es de 7 horas por noche. Sin embargo, la calidad del sueño también juega un rol fundamental. No se trata solo de dormir una cantidad determinada de horas, sino de asegurarse de que esas horas sean verdaderamente reparadoras. Un buen descanso nocturno permite reducir el riesgo de enfermedades, mejorar el estado de ánimo y potenciar el rendimiento cognitivo y físico.
Para las personas mayores de 65 años, la recomendación varía ligeramente, sugiriendo entre 7 y 8 horas de sueño por noche. Con la edad, es común que el sueño se vuelva más fragmentado y ligero, lo que puede dificultar alcanzar un descanso verdaderamente reparador. Es por eso que, además de la cantidad de horas, es crucial mantener una rutina constante, con horarios regulares para acostarse y despertarse.
Dormir bien, sin embargo, no es siempre fácil. El estrés, las preocupaciones diarias y los hábitos poco saludables pueden interferir con nuestra capacidad para descansar adecuadamente. La Oficina de Prevención de Enfermedades y Promoción de la Salud (ODPHP) de Estados Unidos enfatiza la importancia de no solo dormir las horas necesarias, sino también asegurar que el sueño sea de buena calidad. Para quienes tienen dificultades para dormir, es aconsejable consultar con un médico, quien podrá evaluar la situación y proporcionar recomendaciones específicas.
Exponerse a la luz natural es una solución potencial para mejorar la calidad del sueño
Un sueño de calidad tiene numerosos beneficios. Reduce la frecuencia de enfermedades, disminuye el estrés, mejora el estado de ánimo, y permite pensar con claridad. Además, un buen descanso favorece un mejor desempeño en el trabajo o los estudios y ayuda a tomar decisiones más acertadas. En un mundo donde la eficiencia y la productividad son altamente valoradas, reconocer la importancia del sueño es un paso esencial hacia una vida más saludable y equilibrada.
En resumen, el sueño es un componente esencial de nuestro bienestar. No se trata solo de cumplir con una cantidad mínima de horas, sino de asegurar que esas horas sean de calidad. Establecer y mantener una rutina de sueño constante, crear un ambiente propicio para el descanso y, cuando sea necesario, buscar ayuda profesional, son pasos fundamentales para mejorar nuestra salud y calidad de vida. En todas las etapas de la vida, desde la infancia hasta la vejez, el sueño desempeña un papel crucial en nuestro bienestar físico y mental. Priorizar el descanso no es un acto de indulgencia, sino una inversión en nuestra salud a largo plazo.
ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES
HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS
Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales
¿Ya tiene suscripción? Ingresar
Full Promocional mensual
$650/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6100
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Acceso a la versión PDF
Beneficios Club El Día
Básico Promocional mensual
$500/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3950
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Diario El Día de La Plata, fundado el 2 de Marzo de 1884.
© 2025 El Día SA - Todos los derechos reservados.
Registro DNDA Nº RL-2024-69526764-APN-DNDA#MJ Propietario El Día SAICYF. Edición Nro. 6986 Director: Raúl Kraiselburd. Diag. 80 Nro. 815 - La Plata - Pcia. de Bs. As.
Bienvenido
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
Bienvenido
Estimado lector, con sólo registrarse tendrá acceso a 80 artículos por mes en forma gratuita. Para más información haga clic aquí
DATOS PERSONALES
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
¿Querés recibir notificaciones de alertas?
Para comentar suscribite haciendo click aquí