“La inmensidad”: la identidad de género en los 70 al ritmo de Raffaella Carrà

Penélope Cruz protagoniza la cinta del italiano Emanuele Crialese en la que le da vida a la madre de un hijo transgénero

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Pasaron las vacaciones de invierno y la cartelera, de a poco, empieza a recibir títulos convocantes para el público adulto. En ese plan llega el jueves “La inmensidad”, última producción del italiano Emanuele Crialese que aborda, con el protagónico de Penélope Cruz, la identidad de género en los años 70 con pinceladas autobiográficas.

La actriz española interpreta a una madre obligada a vivir una vida tradicional burguesa en Roma, con un marido machista y unos hijos inquietos, entre ellos la mayor, una adolescente que se siente prisionera en un cuerpo que no es suyo.

“Es una película autobiográfica”, confesó Crialese quien, durante un evento de prensa en la Mostra de Venecia de 2022, en donde se estrenó mundialmente, reveló a los periodistas presentes que era transgénero.

“Traté de representar de manera universal temas que están cerca a mi corazón como el de la transición de géneros que es el movimiento que hacemos de un estado a otro, es un movimiento que afecta a todos”, explicó.

DE INQUIETAR A DISFRUTAR

Más explícita fue la joven actriz Luana Giuliani, que interpreta al joven transgénero: ”Emanuele es especial y muy querido. Al principio me inquietaba hacer este personaje pero luego me explicó las cosas y disfruté mucho interpretando a Emanuele de pequeño”.

Crialese cuenta con el talento de Penélope Cruz para narrar su propio proceso interior así como la complicidad que mantuvo con una madre sometida por un marido violento.

“En cinco de las siete películas que he hecho con Pedro Almodóvar he sido madre, y tengo un instinto maternal muy fuerte”, aseguró la actriz española

Y contó qué la impulsó a aceptar este rol: “El hecho de que la película aborde la violencia de género me decidió a aceptar el papel. Soy consciente e que las películas no cambian el mundo, pero sí sirven para invitar a una reflexión sobre temas importantes como este”.

Y aunque aborda un tema complejo, no se trata de una película triste sino, más bien, nostálgica. El joven, aún a pesar de las trabas de su padre, consigue ser feliz gracias a sus travesuras y a su desbordada imaginación. “La televisión era en aquellos tiempos un show de verdad, las 24 horas del día, y Andrea usa su creatividad para introducir a su madre en ese mundo televisivo en blanco y negro”, señaló el director.

Y es así como Cruz se convierte en Raffaella Carrá para cantar y bailar “Rumore” o en Patty Pravo para entonar la versión italiana de “Love Story”. A Penélope no le ha costado demasiado meterse en la piel de estas artistas: “Cuando era pequeña, mi abuela me llevaba al parque para que bailara las canciones de Raffaela y entretener así a sus amigas”.

INFANCIAS DIFERENTES

La actriz comparte el planteamiento de Crialese de que la infancia de antaño, cuando no existían los celulares ni las redes sociales, era un poco mejor, porque “antes los niños se aburrían y eso los obligaba a desarrollar su imaginación. Yo iba a clase, aprendía lo que tenía que aprender y luego desconectaba y dejaba volar mi imaginación”, recordó la intérprete.

“Es dudoso que las nuevas tecnologías sean mejores para la salud mental y la felicidad, basta con leer las entrevistas a los grandes gurús tecnológicos, todos confiesan que a sus hijos les han restringido el uso de los celulares y de las redes sociales”, concluyó la actriz española.

 

La inmensidad
Emanuele Crialese
Penélope Cruz

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