Faustino Oro no deja de sorprender al mundo del ajedrez

Faustino Oro volvió a ser noticia en el mundo del ajedrez, después de haberse convertido en el Maestro Internacional más joven en la historia de la disciplina.

En esta oportunidad, en una partida blitz en la plataforma Chess.com, el niño prodigio argentino de 10 años derrotó al estadounidense Hikaru Nakamura, número dos del mundo.

En la competición denominada Arena Kings, que se celebra todos los días miércoles y cuenta con un tiempo límite de tres minutos por partida, terminó en el octavo lugar.

Este certamen “online” es un evento de suma importancia en el ajedrez, ya que se encuentran los mayores talentos de la disciplina.

Por eso mismo, Nakamura, además de haberse especializado en este formato, es uno de los streamers más conocidos de la comunidad ajedrecística.

Al confirmarse el triunfo, Faustino no pudo disimular su alegría y exclamó: “Le ganamos a Hikaru”. Finalmente, se ubicó en la octava colocación entre más de 1.600 jugadores, con un récord de 19 triunfos y solamente cinco derrotas.

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El mes pasado, Faustino Oro ya había sido protagonista en el ajedrez mundial al convertirse en el Maestro Internacional más joven, con tan sólo 10 años, ocho meses y 16 días.

En el marco del torneo de Maestros de Barcelona, Faustino alcanzó los 6,5 puntos necesarios para lograr la norma, al empatar -con piezas negras y tras 29 movimientos- ante el chileno Fernando Valenzuela.

Con el mismo puntaje igualó al colombiano Cristian Andrés Hernández, quien se impuso por una mejor diferencia en el desempate, por lo que Oro había cerrado la competencia en segunda posición.

Sobre la llegada de Faustino a esta actividad, su padre, Alejandro Oro, había señalado que fue durante la pandemia de Covid-19. Al respecto, detalló que “el colegio estaba cerrado, a Fausti ya le habíamos enseñado varios juegos de mesa y se aburría. Entonces, pensé en enseñarle el ajedrez y le creé una cuenta en chess.com”.

Luego lo anotó en el Club de Ajedrez Torre Blanca, pero derrotaba a los niños de su edad muy rápido, por lo que el padre decidió contratar a un entrenador privado, Jorge Rosito.