Verde que te quiero... barato: las hortalizas locales y el subibaja inflacionario

Después de la impiadosa y prolongada ola polar con que se dio a conocer este invierno, se entremezclaron lluvias, un mes entero casi sin precipitaciones, jornadas saturadas de niebla y humedad, una semana primaveral -con ribetes veraniegos- y abruptas caídas en las marcas térmicas, como la presente. Pasajeros a la fuerza de esta montaña rusa climática, los horticultores platenses advirtieron que condicionaría las cosechas, y por lo tanto, los precios. Un estudio de la Universidad Nacional de La Plata confirmó lo acertado de esas predicciones, y reveló que casi la mitad de la inflación del mes pasado la aportaron la verduras. ¿Es posible aventurar lo que vendrá de ahora en mas? Los productores no son terminantes, pero anticipan algunas tendencias y se permiten un moderado optimismo.

Concretamente, el índice de precios básicos (IPB) que confeccionó el Laboratorio de Desarrollo Sectorial y Territorial de la facultad de Ciencias Económicas de la UNLP mostró una variación mensual del 4,8% en julio, según un estudio que realiza en forma periódica con el aval de la Cámara de Comercio de La Plata.

En ese guarismo, las frutas y verduras jugaron un papel preponderante; los investigadores sentenciaron que “el rubro de alimentos mostró una aceleración de 1,6 puntos porcentuales respecto de junio, pasando del 3% al 4,6%, y este aumento se debió principalmente a los alimentos para consumir en el hogar, con un énfasis en las verduras. Éstas explican 2,3 puntos porcentuales de los 4,8 de variación del índice.

En el Mercado Regional, se sabe que las hortalizas que “volaron” más alto fueron el tomate, el morrón, el zapallito, la papa y la banana, todas de consumo masivo. Sin embargo, los principales jugadores del sector detectan una luz al final del túnel, al menos para los consumidores, ya que advierten que la relación entre costos y rentabilidad, a ellos, sigue estando lejos de cerrarles.

EN CALMA TRAS LA TORMENTA

“Después de algunas semanas movidas, está todo relativamente normal; bajaron mucho los artículos que se producen en el Norte, y se desplomó lo que es hortalizas, en un 200 a 300 por ciento. Esto tuvo un impacto terrible en el consumo, y ha hecho que los valores se estabilicen” explica Héctor Pestrín, quien es horticultor y tiene un puesto en el mercado concentrador de Tolosa.

“Calculo que el producto fresco va a estar muy por debajo de lo que venía” añade el productor: “en agosto va a estar por debajo de los valores lógicos, no creo que se produzca ningún mecanismo de aumento de inflación: Si bien algo subió la papa y algunas verduras, cayeron tantos números, cayeron tantos precios, cayeron de manera drástica, que realmente, amortizaron todos los valores que puedan llegar a subir”.

“Tienen que subir muchos artículos para poder compensar esas bajas, como en su momento pasó con el tomate, la berenjena, zapallito, chaucha, choclo” especifica Pestrín: “todo eso hoy ha ido para atrás, entonces ese impacto es infernal. Yo calculo, mirando un poco más allá, que el rubro tendría que producir deflación”.

En una sintonía similar se expresa el productor e ingeniero agrónomo Gonzalo Villena, experto en un cultivo “insignia” de nuestra región como el alcaucil. Aquí, donde se concentra poco más de la mitad de la producción nacional, las plantaciones fueron aniquiladas por la ola polar que se estableció durante dos semanas: “se perdió en un 90 a 100 por ciento la tanda que nosotros llamamos ‘primicia’, la más valorada en el mercado”.

Esas heladas afectaron a otra hortaliza emblemática, como el tomate. Los productores avisaron entonces que la escasez iba a generar algo de inflación (señalaron que “el volumen total de la temporada será menor, y como las frutas y hortalizas están sujetas a la oferta y la demanda, esto provocará un aumento en los precios”), pero en este momento son un poco más cautos.

Para Villena, “por suerte pareciera que la ola polar ya pasó, por ahí van a venir algunos fríos más que van a seguir perjudicando, pero no tanto como el daño que hicieron. Y han influido en la suba de la canasta, por la escasez que hubo, la parte de verduras sobre todo, siempre esto es un tema de oferta y demanda.

CULTIVOS EN RECUPERACIÓN

“En nuestra zona, fundamentalmente hay toda verdura de hoja, cultivos a campo, y otros en invernadero, es versátil el sector. Seguramente las plantaciones muy tempranas, por ahí de tomates, se han perjudicado, pero como todavía falta para la cosecha, es viable que no afecten considerablemente en la cantidad, el volumen y en el precio” indica Villena.

“En lo que es alcaucil y verduras de hojas, que todavía se están recuperando, creo que recién se van a estabilizar en lo que es septiembre. Es decir que este mes todavía vamos a estar con mala calidad, poca cantidad... y valores altos” evalúa el profesional.

“Es posible que este mes, en verduras, dé una situación de inflación tendiente a cero o por debajo, negativa” subraya Héctor Pestrín: “el mes pasado creo que fue muy bueno para la economía y este mes que viene va a serlo más todavía. Los valores están bajos; es decir, vale 5 o 6 mil pesos un cajón de 20 kilos de cítrico... Las hortalizas no pasan de 20.000 pesos un cajón, y de ahí, para abajo todo. Las espinacas se trabajan 4, 5, o 6.000 pesos, son valores totalmente bajos... Lo que pasa es que va a haber cosas que van a impactar en algún momento, por ejemplo, va a tener un brócoli, un puerro, determinados artículos que pueden tener un impacto de valores, pero en la sustancia de la sumatoria no creo que sume, que sea importante, por ahora”.

Semanas atrás, los horticultores se resignaban a que “lo que está a la intemperie va a tardar mucho en recuperarse”. Así lo destacó oportunamente el platense Salvador Vides, quien identificó las principales pérdidas económicas en las plantaciones de tomate -donde las mil semillas están por encima de 250 mil pesos-, en el pimiento, la berenjena, la chaucha, el pepino y el zapallito, “que son lo más caro que hay para producir. Pero existe una necesidad urgente de tener alta productividad y buenos precios en el menor tiempo posible, entonces para compensar las veces en que no se cubren los costos”.

EL CAMBIO DE ESTACIÓN en la mira

“Vamos a ver qué pasa con el cambio de primavera, el cambio estacional; eso hay que mirarlo con otra expectativa” pone un signo de interrogación sobre el futuro Pestrín: “pues no es lo mismo el cambio de valor de un artículo que el cambio estacional; por ejemplo, hoy en vez de consumir una banana, podés comer una naranja o una mandarina que valen un 20% a 30% el valor de la banana. Entonces si vos cambias estacionalmente el producto te ahorrá un 300% en el valor; o si tomás otro producto, o una pera, que vale mil y pico pesos el kilo. Hoy comprás 5 o 6 peras con 1500 pesos, 1800 pesos; valen 300 pesos cada pera, cuando un yogurt te lo cobran cinco o seis veces eso”.

“Si sabes comprar, te encontrás con valores muy baratos, pero no creo que vaya a cambiar lo nuestro, va a tender siempre a ser menor la incidencia en la inflación” proyecta el productor y puestero, que arroja luz sobre el “lado B” de lo que puede resultar una gran noticia para los consumidores: “a partir de marzo o abril del año que viene va a haber una gran desinversión en nuestra actividad, porque los valores y márgenes van a seguir cayendo, el problema va a ser después la recuperación para funcionar de ahí para adelante”.

“En los ‘90 paso algo similar” repasa Pestrín: “hubo una agresiva política contra la inflación y todo se vino para atrás, pero en un momento donde se estancó la economía, se destruyeron las partes productivas y después hay que volver a rearmarse. El país va a tener un reajuste de todas las productividades, y después habrá que ver cómo queda parado cada uno. Muchas actividades van a tender a desaparecer, o zonas de producción van a desaparecer, porque van a ser caras para poder funcionar de acuerdo al costeo que le da el país”.

Las verduras explican 2,3 puntos porcentuales de los 4,8 de variación del índice de julio

“Cayeron tantos precios drásticamente que amortizaron los valores que puedan llegar a subir”

“Vamos en el corto plazo a una inflación tendiente a cero, pero de vez en cuando habrá algún pico”