Alimentos que “emulan”: son menos nutritivos pero no dañan

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Según se explicó, para comprar el alimento que se necesita sin exponerse a confusiones, hay que leer el rótulo frontal.

Esa información da la idea de los nutrientes que posee y el etiquetado octogonal determina si puede producir daños a la salud.

La denominación permite establecer si, por ejemplo, lo que se puso en el canasto es leche, manteca o café o preparados que se les parecen.

Lo que se aclaró es que todos son productos legales cuando contienen ingredientes y procesos de elaboración contemplados por el Código Alimentario, que es la autoridad que propone la denominación.

Los especialistas remarcaron que los alimentos “en base a” no pueden hacer mal porque alguien los evaluó cuando fueron registrados.

“No van a enfermar a quién lo consuma, son versiones más económicas de otros productos y surgen en contextos en los que hay precios elevados de los alimentos y pérdida del poder adquisitivo; todo repercute en la calidad nutricional de la población”, dijo la nutricionista Florencia Carletti. La profesional agregó que en ese marco, el Estado debe regular el precio de los alimentos y garantizar al acceso de los que son nutritivos y seguros.

 

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