Apuñalan a un hombre en El Mondongo y está grave

La Región continúa sumida en la inseguridad con casos cada vez más espeluznantes. Cada día, un nuevo episodio golpea a los vecinos haciendo que escalen los niveles de bronca, enojo y preocupación. Lo más grave de la situación es que en la misma medida en la que aumenta la cantidad de robos, también se encuentra en ascenso la violencia con la que son cometidos.

Así lo demuestra el caso del ex concejal en La Plata, Julio Irurueta, quien durante la noche del último viernes sufrió en la puerta de su casa un salvaje ataque a culatazos por parte de tres delincuentes armados, que intentaron robarle el auto en la modalidad de “entradera”, en 9 entre 37 y 38, “a la vuelta” de la Comisaría Segunda.

En tanto, un vecino de Villa Elvira vivió una verdadera pesadilla, el pasado sábado por la madrugada, a raíz de un feroz robo que sufrió a manos de dos motochorros, que lo interceptaron cuando viajaba a bordo de su auto Chery Face, que le sacaron luego de ponerle un cuchillo en el cuello.

A este hecho debe sumarse el ocurrido en las últimas horas en 121 y 66. Esa esquina fue escenario ayer de un brutal atraco que, además de los perjuicios económicos, dejó al damnificado al borde de la muerte.

Según fuentes oficiales, además del hurto de 230 mil pesos en efectivo, la víctima quedó en estado reservado.

En base a la versión oficial, los tres sujetos no se conformaron con lo sustraído y le terminaron clavando un cuchillo en la zona del tórax. Si bien esta clase de ataque suelen cometerse por la tarde o la noche, cuando las calles se encuentran desoladas, en este caso se dio una situación diametralmente opuesta a esta tendencia.

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Según fuentes oficiales, los delincuentes abordaron a la víctima a plena luz del día, cerca de las 11.30, cuando, junto a su suegro, se dirigía a realizar unas compras.

En base a la versión oficial, se sabe que cuando se disponía a cruzar la calle, en 122 y 66, los tres sujetos lanzaron su despiadado ataque, abalanzándose sobre el damnificado, un hombre de 34 años.

Ni tiempo le dieron para ponerse a resguardo: luego de apoyar una cuchilla en su espalda, bloquearon cualquier intento de escapar o pedir auxilio.

El suegro, que quedó atónito por la situación, al principio creyó que se trataba de amigos. Pero al ver la cuchilla, comprendió que iba a tener que someterse a los mismos términos que los agresores le habían planteado a su yerno para evitar que éste último terminara herido.

El plan de la banda era llevar al damnificado hasta un lugar menos transitado y allí registrarlo para sacarle lo que tenía en su poder. Fue así que decidieron que ese lugar sería 121 y 66.

En esas circunstancias, sin ningún tipo de opción, a los dos damnificados no les quedó otro remedio que “acompañar” al clan hasta dicho cruce.

Allí, luego de registrarlo, dieron de forma inmediata con un fajo de billetes. Y luego, de forma inexplicable, ya que ninguna de las víctimas había ofrecido resistencia, uno de ellos le clavó un cuchillo en el tórax y se dieron a la fuga con dirección a las vías.

El suegro fue quien trasladó en un remís a su yerno hasta el Hospital San Martín. En el nosocomio, el hombre fue intervenido quirúrgicamente y, al cierre de esta edición, se encontraba “en observación”. Interviene la comisaría novena.