Enemigos íntimos: “Humillada”, J-Lo quiere desplumar a Affleck

Hay parejas que siguen juntas porque no quieren atravesar el desmadre de una separación: buscarse otro lugar, afrontar los gastos solo, las disputas por platos y tenedores, el sufrimiento de los chicos, el engorroso regreso al mundo de las citas. Los famosos, claro, no tienen varios de estos problemas, acaudalados y deseados y con gente que se encarga de los trámites, así que se separan y se juntan todo el tiempo. Pero eso no implica que no les salga caro, carísimo.

Para muestra, un botón: Ben Affleck y Jennifer Lopez se separaron de sus respectivas parejas y se juntaron después de casi dos décadas de su primer romance. Parece que siempre se mandaron mensajitos, incluso cuando estaban recién casados, y separados los dos, decidieron que era ahora o nunca. Con coraje volvieron a salir, y se entusiasmaron tanto que se casaron. Pero los mismos problemas (las diferentes formas de llevar la fama y la exposición) que los separaron en 2004, cuando estaban comprometidos para casarse, causaron ahora el divorcio y el fin de la romántica historia.

La pareja, convencida de quererse, no firmó ningún acuerdo prenupcial. Pusieron la mansión de 60 millones de dólares en venta y ella no solicitó, en la presentación del divorcio, manutención conyugal, aunque sí advirtió que se dividirán los honorarios de los abogados. López quiere además la restitución de su apellido.

Ahora, sin acuerdo prenupcial, las ganancias individuales que cosecharon los últimos dos años serían considerados entonces bienes comunes. Y se dividirán por la mitad. ¿Qué se dividen? Ella tiene un patrimonio neto de 400 millones de dólares, estrenó tres películas desde que se casó con Affleck y llevó adelante un proyecto autofinanciado, “This Is Me... Now: A Love Story”, que le costó 20 millones de dólares. Lanzó una línea de cócteles, pero tuvo que cancelar una gira por baja venta de tickets. Él tiene un patrimonio de 150 millones, y protagonizó como actor y productor dos películas. En conjunto, trabajaron en “Unstoppable”, el film que la tiene a ella como protagonista y que él produjo junto a Matt Damon a través de Artists Equity.

Con tanto dólar en danza, claro, es lógico que haya tensión: según trascendió, el acuerdo no está desarrollándose en términos pacíficos y los ex han estado envueltos en los últimos meses en difíciles negociaciones. El Daily Mail dijo incluso que dejaron de hablarse, y que hay enojo, “furia”, de parte de J-Lo.

Ella, además, se siente humillada, “porque hizo todo un tema del reencuentro al decir que él era el amor de su vida. Se casaron hace dos años. Esto es una especie de récord, no son niños pequeños”, según dijo una fuente cerca a la pareja al diario.

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En ese marco, trascendió que J-Lo iría tras la mitad de los 150 millones de Ben. La cantante quiere venganza, tras cubrir muchos de los gastos del matrimonio mientras Affleck se quejaba por gastar dinero. Desde la cercanía de la diva dicen que Ben se aprovechó de la riqueza de J-Lo, y ahora la cantante y actriz “quiere le devuelvan todo el dinero que ella ´invirtió´”, reprodujo el Daily Mail.

La artista estaría recolectando todos los tickets de la tarjeta de crédito incluido el uso del jet privado, los hoteles, las comidas, la ropa, las compras de café y la nafta. “El alto costo de vida se pagó con su dinero. Ella también pagó la mayor parte de esa mansión de 60 millones de dólares que compraron”, señaló el medio especializado.

“Ella no es la que renunció a su matrimonio y se siente seriamente arruinada y está sedienta de sangre. Si él hubiera permanecido en el matrimonio como un buen chico, a ella no le habría importado. Pero él la abandonó y, en última instancia, Jennifer siempre se venga y ahora está lista para jugar duro”, dijo la misma fuente.

¿Conclusión? Firmen un acuerdo prenupcial.