Por culpa de un blooper: River perdió un partido increíble

River perdió un partido increíble frente a Talleres de Córdoba, en el Monumental, porque en el segundo tiempo hizo méritos más que suficientes como para neutralizar la ventaja conseguida por los visitantes a los 12 minutos, aprovechando un resbalón de Paulo Díaz en la puerta del área, tras recibir un pase atrás de Acuña. Federico Girotti aprovechó la oportunidad para definir de zurda luego de eliminar a Armani con gambeta a la izquierda.

La “T” justificó la ventaja en el primer tiempo, ya que le cerró todos los caminos a su rival, pero en la etapa complementaria, con Guido Herrera, su arquero, como jugador más destacado, resistió un 1-0 que terminó siendo milagroso y el final para el invicto de Marcelo Gallardo en este nuevo ciclo al frente de los Millonarios, quienes están en semifinales de la Copa Libertadores, bien posicionados en la Tabla Anual que clasifica a los torneos internacionales de 2025, pero relegados en la Liga Profesional.

El conjunto cordobés se puso en ventaja con un gol de Girotti, el goleador surgido en River que ya le había convertido al equipo de Gallardo en la serie por los octavos de final de la Copa Libertadores, tras una caída de Paulo Díaz en la puerta del área, y en adelante justificó la ventaja porque a partir de una estructura bien coordinada, le cerró los caminos a un rival que dispuso de un par de situaciones, es cierto, aunque no en la medida como para justificar la igualdad en el marco de un primer tiempo en el que, por el contrario, los visitantes dispusieron también de chances como para aumentar.

La derrota le cortó a los Millonarios el envión positivo de la semana anterior, y los dejó lejos de Vélez

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Le costó reaccionar a los Millonarios, porque tras el golpe inesperado les costó asumir el control de la pelota, porque el rival evitó que se armara a partir de los volantes de mejor pie, y en el contexto de un partido trabado por momentos, en casi todos los sectores, “Nacho” Fernández desaprovechó un remate desde posición favorable y Facundo Tello, tras asistencia del VAR, anuló lo que hubiera sido el empate de Borja, por una posición adelantada del colombiano que en la continuación del ataque había “cargado” sobre el arquero.

Pero en medio de la búsqueda de River, además de exhibir un buen plan defensivo, Talleres hizo un buen desarrollo de jugadas de contragolpe, favorecido por el criterio de Rubén Botta, inteligente para elegir las mejores opciones, Girotti, quien evitó ser un punto de referencia para los marcadores y Galarza, quien en la última jugada de la primera etapa levantó la pelota desde buena posición tras recibir un pase atrás de Vigo.

El equipo de Gallardo volvió revitalizado para la etapa complementaria, y sin variantes, aunque con otra actitud, presionó tanto a Talleres que lo puso contra el arco de Herrera, quien zafó en las primeras dos llegadas, porque Lanzini y Borja no estuvieron precisos en la definición, a pesar de disponer de ventaja sobre la defensa.

En un vendaval se transformó el conjunto de Gallardo, arrasando a un Talleres que pronto quedó apretado en defensa. Bustos, luego reemplazado por Pablo Solari para tener una mayor profundidad, y Acuña, llegaron por los costados; “Nacho” Fernández mejoró en la organización y Colidio no paró de insistir por el carril izquierdo.

Los ataques se sucedieron, y aunque el arquero de Talleres tuvo muy buenas tapadas, los atacantes de River no estuvieron precisos en la definición. La más clara para el empate: un remate de “Nacho” Fernández que pegó en el travesaño del arco defendido por Guido Herrera.