El secreto de Scaloni

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Por EZEQUIEL FERNÁNDEZ MOORES

Lionel Scaloni tenia cara de cansado. Era casi la una de la mañana y los periodistas, como si no hubiesen oído las preguntas previas de sus colegas, volvían a inquirir sobre cómo hacía él para mantener a sus jugadores de la selección con el hambre casi intacta, como si no hubiesen ganado nada, como si estuviesen casi debutando con la celeste y blanca. La insistencia algo melosa tenía sin embargo algo de cierto. Chile sacaba otra vez del medio luego del 3-0 de Paulo Dybala, esperando acaso que el partido terminara allí mismo, y ya había tres jugadores argentinos encima del primer jugador chileno que recibía la pelota. Notable.

La respuesta de Scaloni a esa insistencia periodística en la conferencia de prensa posChile era siempre la misma. Que sus jugadores sabían que si perdían motivación inmediatamente habría otro ocupando ese puesto. Simple, pero difícil de mantener. Sin Leo Messi y sin Angel Di María, la selección, de buen inicio el jueves ante Chile en el Monumental, falló en la definición y su juego fue perdiendo intensidad. Chile llegó a tener inclusive la situación de peligro más clara de la etapa inicial, en el último minuto, cabezazo en el palo del zaguero de Talleres Matías Catalán, con el Dibu Martínez completamente vencido.

Algo sacudió al equipo en ese vestuario de entretiempo. Porque Argentina volvió a ser una tromba. Más precisa esta vez en su velocidad. Y con mayor acierto en la definición. El gran gol inmediato de Alexis MacAllister facilitó el resto. Y la noche, ya casi una costumbre para esta selección, terminó con fiesta. Por Di María, pero también por Dybala, no solo vuelto a la selección, sino también vistiendo la camiseta 10 y anotando un gol que tuvo asistencia de Alejandro Garnacho. Poco menos, creíamos que Garnacho ni siquiera sabía qué era la Argentina. Y resulta que su madre, cordobesa, aprovecha la fiesta para postear a su hijo de pequeño, vistiendo camiseta celeste y blanca. Y con el nombre de Dybala en la espalda. Hay pertenencia e identidad. Se puede jugar mal o bien, pero todo eso ayuda a la definición de un equipo que está haciendo historia. Y que el martes en Barranquilla jugará ante Colombia un partido distinto, en horario difícil para el calor y la humedad, así programado por una Conmebol severa para imponer disciplina a Federaciones y jugadores, no para sí misma.

 

Selección Argentina

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