VIDEO. Cruzar el Río a nado: Ignacio Piaggio, historia de superación

42 kilómetros separan a Colonia del Sacramento de Ensenada. Cinco años de preparación, complicaciones de por medio pero nunca tiró la toalla. La hazaña de un joven guardavidas platense, la alegría de miles

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Sergio Pomares

“¿Estás loca?”. Esa fue la frase que escuchó Lilian Gemma Harrison, de 19 años, desde el muelle en Colonia del Sacramento. Fue lo último que oyó antes de quedar en la historia: pese al intento de tantísimos, fue ella la primera persona en unir a Uruguay con Argentina nadando a través del Río de La Plata. No tenía traje de neoprene, solo se había untado el cuerpo con lanolina para protegerse del frío. Era el 21 de diciembre de 1923, tardó 24 horas con 19 minutos y dio el puntapié, la brazada mejor dicho, para que otros cientos de nadadores tomen valentía. La misma que tuvo ella fue la que corrió por el cuerpo de Ignacio Piaggio ayer por la madrugada hasta llegar a las costas de Punta Lara.

Piaggio, Nacho para sus amigos y conocidos, tenía ocho años cuando comenzó con la natación. Estudiantes le abrió las puertas, acompañado por su familia en pos de resolver un problema de asma. Aquel niño que daba sus pasos iniciales, entre el temor y sumergirse en un mundo nuevo, ayer sobre las 17.01 mostró una sonrisa enorme, tan grande como aquella primera felicitación por hacer bien una brazada. “Era una asignatura pendiente y poder hacerlo, con toda la gente esperándome, me puso súper contento”, contó, luego de 12 horas de nado.

Esta travesía surgió como idea en 2019, dos años después de dejar las piletas para ir de lleno a aguas abiertas. De profesión guaravidas y dando también clases de apoyo en matemáticas, física y química, durante un lustro esperó por esos 721 minutos en el río. Más de treinta carreras en su haber y varios primeros puestos: desde los 70 kilómetros de Itatí a Corrientes, como los 57km de Santa Fe a Coronda o los 35km de Paso de la Patria a Corrientes. Esta vez, 42km entre Colonia del Sacramento a Ensenada, Punta Lara específicamente. “Fue durísima”, relató, tras culminar con las 12 horas de nado, en diálogo con EL DIA. “Tanto las primeras tres y las últimas fueron complicadas, por el viento. Pero la motivación estaba en esa gente que me esperaba, fue la fuerza en cada brazada. Y eso que me replanteé subirme, pero no quería. Mi entrenadora me apoyó en la peor parte y estoy acá, quedando en la historia, muy contento”, manifestó.

LA COMPAÑÍA, FUNDAMENTAL

Si bien Piaggio hizo la fuerza, no nadó solo. “Nadar para mi es una motivación en todo sentido, es un incentivo deportivo para mi superación personal”. Ese mediodía en el agua fueron sus tantísimos años de espera para hacerlo. Era también parte de aquel niño que solo empezó para mejorar su respiración y de pronto terminó con aires de gloria. Como también desde el equipo de trabajo que estaba a la par en la embarcación, el público expectante en las orillas de Punta Lara y las cientos de personas que con sus teléfonos se mostraban pendientes. Hasta hubo un grupo de Whatsapp para seguir todas las informaciones sobre la previa, el durante y los momentos después de salir del agua. Decenas y decenas de mensajes de felicitaciones. A todos ellos cargaba en sus espaldas el nadador platense: era su sueño, pero también el deseo de tantísimos.

Pasión, viento y nervios

Florencia Estabillo, entrenadora de Nacho, contó detalles de cómo fue esa travesía. “Lo preparamos en 2019, pero entre la pandemia, que haya cerrado el puerto, algunas condiciones y otros detalles hicieron que se pospusiera esta estos días. Una previa de tantos años, con nervios, con la cantidad de gente atenta y el factor del viento... fue emocionante”, detalló. Y también reveló momentos complicados: “La noche anterior supimos que se retrasaba el inicio por hora una por el viento. Y ya en el agua, en el peor momento decidí acompañarlo para darle ánimo. Porque cada agua tiene su condimento y desde afuera es hermoso, pero no es para cualquiera. Era su sueño, necesitaba concluirlo”, cerró.

“Empecé desde muy chico pero nunca me lo imaginé. Hice ultramaratones para estar preparado y claramente la idea es seguir. Nadar me ayudó a cambiar en lo físico, con mi problema de salud, y sirve para alejarse de los excesos. El deporte no es milagroso, es constancia. Y esto también es entran un poco en la historia”, contó, emocionado, a los pocos minutos de la hazaña.

¿Cómo terminó su día? Más allá de recibir mensajes, palmadas y abrazos, decidió festejar con su familia y amigos. Y desde anoche, tiempo para descansar para la próxima semana regresar nuevamente a su hábitat. Gracias a aquella valentía de Lilian Harrison, lo que podía entenderse como locura ya queda en hazaña. “Felicitaciones”, fue la frase que más escuchó Ignacio Piaggio al salir del agua.

 

Ignacio Piaggio

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