Sobreoferta de repelentes: variedad de marcas, precios y productos

La invasión de mosquitos y los múltiples contagios de dengue aparentan haber entrado en receso. A pesar de que la temporada es ideal -calor extremo y condiciones aptas para mayor actividad del Aedes aegypti-, en la Región parece no desarrollarse el insecto que tanto pánico causó el verano pasado.

¿Hay o no hay mosquitos? La pregunta resuena. Es que el 2024 fue traumático: el récord histórico de casos de dengue asustó a todo el país, especialmente durante el verano. A ello se sumó la escasez de repelentes, el aumento de precios desaforado y la sobre demanda del producto.

No obstante, con la campaña de vacunación que comenzó en septiembre en la provincia de Buenos Aires, la difusión de medidas de prevención -descacharrado y eliminación de recipientes acumuladores de agua- y una temporada “seca” según los pronósticos, la propagación del insecto parece postergarse.

Lo que si hay -en sobreoferta o demanda escasa- son repelentes para mosquitos e insectos en toda la Ciudad. “Durante el año la gente se ‘stockeó’ y ya no necesita comprar el producto. Además de que los precios se mantuvieron, no hay faltante de repelentes porque no hay mosquitos”, contó a EL DIA el dueño de un comercio de artículos de limpieza ubicado en 4 y diagonal 80. “Se consiguen todas las marcas. Problemas de reposición no hay ya que la gente sigue comprando para el uso diario. Ya no es una urgencia, es más preventivo. Hay de todo: tabletas, aerosoles, cremas, espirales”, agregó el comerciante.

En esa misma línea, Maximiliano, empleado de la farmacia ubicada en 2 y diagonal 80, contó que “la venta está muy tranquila. La gente compró durante el año y ya se ‘stockeó’. Además, la temporada es baja, la gente está de vacaciones. Tenemos todos los productos, no hay escasez en las droguerías”. A su vez, sentenció: “No sabemos si repuntará la situación. Todo depende de la cantidad de mosquitos durante los próximos meses”.

Lo cierto es que la poca demanda del producto provocó una importante estabilidad en los precios. Los comerciantes resaltan que no hubo cambios en los números durante los últimos meses y que tampoco sufrieron problemas en la reposición, como ocurrió en el verano pasado. Según marca, tamaño y forma de aplicación, se puede conseguir repelentes entre 2.000 y 8.000 pesos.

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Por ejemplo, una de las primeras marcas, en aerosol y tamaño de 200 mililítros, tiene un valor de 5.430 pesos. El mismo producto, versión “extra duración”, 8.070 pesos. El valor de una segunda marca de repelente común y del mismo tamaño, es de 4.200 pesos y el “extra duración” 3.000 pesos. Por otro lado, productos similares pero de menor tamaño no superan los 3.000 pesos.

A su vez, la caja de tabletas de 24 ó 12 unidades, no superan los 5.000 pesos. También esta el repelente en crema, cuyo valor no supera los 4.000 pesos. Además de los repelentes comunes, también están los de ambiente en aerosol: los más grandes -de 200 ml- no superan los 6.000 pesos.

En este sentido, Francisco, encargado de una farmacia de la zona de la Estación de Tren, señaló: “En stock tenemos un montón de repelentes ya que no se vende casi nada, muy poco diría. La gente compró más cuando arrancó la primavera, después ya no. La realidad es que hay muchos menos mosquitos”. Aunque confirmó que durante los últimos meses el aumento fue “muy paulatino, al ritmo de la inflación”, el comerciante advirtió: “El aumento excesivamente grande fue antes del cambio de gobierno. Fue escandaloso”.

mantener los cuidados

“Este año no es distinto a otros” señaló Sylvia Fischer, investigadora del Grupo de Estudio de Mosquitos (GEM) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. En diálogo con otros medios, manifestó: “Estamos entrando al período de mayor actividad del Aedes aegypti a lo largo del año. Hasta mediados de marzo, la abundancia de mosquitos va a ser alta: en diciembre y enero aumenta, se mantiene estable en febrero y marzo para empezar a bajar con el frío”.

Sobre la sensación equívoca de que no hay mosquitos, aseveró: “No se estaría correlacionando con la realidad en el caso del Aedes aegypti, ya que no estamos viendo una disminución de su población con respecto de otros años”.

Así mismo, resaltó la importancia de “ser constantes” con el descacharrado y eliminación de recipientes que puedan acumular agua.