Los Albini, favorecidos con prisión domiciliaria en el caso “Chocolate”

Horas después de que se conociera la auditoría interna en la que la Legislatura bonaerense niega irregularidades en el caso que investiga el presunto desvío de al menos 464 millones de pesos de las arcas públicas a través de las tarjetas de débito de 48 supuestos empleados de la Cámara de Diputados, el juez Guillermo Atencio resolvió hacer lugar a la prisión domiciliaria de dos de los principales acusados. Se trata del exsubdirector de Personal de la Legislatura, Claudio Albini, y su hijo, el ex concejal platense del massismo, Facundo Albini, quienes sin embargo no obtendrán el beneficio de forma inmediata, debido a que hay un faltante de pulseras con GPS en la provincia de Buenos Aires que les impidería abandonar la prisión. En la misma situación se encuentra el puntero del PJ, Julio “Chocolate” Rigau, detenido en septiembre de 2023 mientras retiraba dinero de cajeros automáticos de un Bapro del centro de La Plata con medio centenar de tarjetas de débito de supuestos “ñoquis” de la Cámara Baja y que recibió la domiciliaria a fines del año pasado, sin que todavía pueda dejar la cárcel.

“Hacer lugar a la morigeración de la prisión preventiva solicitada en favor de Claudio Albini y Facundo Albini y ordenar su arresto domiciliario”, reza la resolución que firmó Atencio en plena feria judicial.

Tanto Rigau como los Albini deberán afrontar un juicio oral por el presunto fraude millonario con la supuesta complicidad de 48 “ñoquis” o empleados “fantasma” de la Legislatura.

Rigau fue detenido el 9 de septiembre de 2023 y liberado a los 13 días de ir preso por un fallo de los camaristas platenses Alejandro Villordo y Juan Benavides. Pero fue tal el escándalo que esa decisión fue revocada y “Chocolate” regresó a la cárcel a los pocos días. A fines del año pasado, finalmente fue favorecido con una domiciliaria que, como se dijo, se vio trabada por el faltante de pulseras.

Los Albini cayeron unos meses después que Rigau, el 23 de noviembre de 2023. Desde entonces están tras las rejas, procesados con prisión preventiva, más allá de que su defensa había argumentado que estaban en condiciones de recibir una morigeración. Puntualmente en el caso de Claudio Albini, los abogados advirtieron que “tenía una afección cardíaca y epoc”. La domiciliaria que les otorgaron ahora tampoco se haría efectiva hasta que se resuelva la falta de pulseras en la Provincia.

La decisión se conoció horas después de que trascendiera una “investigación preliminar” en la que la Legislatura habría descartado la comisión de “irregularidades” o delitos. Ese informe elogió incluso el “buen desempeño” y el “compromiso laboral” de los empleados que la Justicia considera “ñoquis”, y hasta negó un “perjuicio” económico para el Estado.

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Para la Justicia, la defraudación está probada. Pero sospecha que Rigau, los Albini y sus cómplices serían apenas las caras visibles de un entramado delictivo cuyos máximos responsables resta desenmascarar en pos de detectar “un acto de corrupción de inmensurable trascendencia”, según llegó a advertir el juez Atencio.