Distinción y elegancia en la asunción de Trump como presidente de EEUU
Edición Impresa | 26 de Enero de 2025 | 06:52

Los looks de las damas estadounidenses en la asunción de Donald Trump no fueron meras elecciones de vestuario; fueron un reflejo del poder, la sofisticación y, en algunos casos, de los mensajes implícitos que buscaban transmitir. Desde el clasicismo de Melania Trump hasta la teatralidad de Ivanka Trump y la frescura de Usha Vance, cada atuendo mostró un dominio de la moda que será recordado como uno de los aspectos más llamativos de aquella jornada histórica.
En la ceremonia de jura presidencial en el Capitolio, la primera dama Melania Trump deslumbró con un look clásico y sofisticado que capturó la atención de todos los presentes. Su elección fue un tapado azul entallado con doble abotonadura diseñado por Adam Lippes, acompañado de una falda, una blusa blanca y stilettos de Manolo Blahnik. Como toque final, llevó un sombrero canotier de Eric Javits con una cinta marfil, un conjunto que resaltó tanto su figura como su buen gusto. Este atuendo, cuidadosamente seleccionado, no solo reafirmó su estilo refinado sino que también rindió homenaje a los diseñadores estadounidenses, en un gesto que resonó con la temática de la jornada.
El Liberty Ball en el Washington Convention Center se convirtió en el escenario para otro despliegue de glamour. Melania optó por un vestido blanco diseñado por su estilista Hervé Pierre, complementado con un broche de diamantes de Harry Winston que databa de 1955, reafirmando su preferencia por las piezas con historia. Por su parte, Ivanka Trump canalizó la elegancia de Hollywood con una réplica de un vestido icónico de Audrey Hepburn en “Sabrina”. Su strapless blanco bordado con flores negras, combinado con guantes de ópera y un collar de Leviev, evocó un aire atemporal que destacó entre las elecciones de la velada.
Durante la ceremonia de jura, Ivanka volvió a ser una de las figuras más comentadas con su dos piezas de Dior en un tono que algunos definieron como “verde bosque” y otros, más mordaces, como “verde Gilead”, en referencia a las controvertidas decisiones políticas de su padre. Este conjunto, rematado con un casquete a juego, no solo fue una elección impecable desde el punto de vista estético, sino también una declaración cargada de simbolismo. Fiel a su estilo, se consolidó como un referente de moda en el ámbito político.
La segunda dama, Usha Vance, también capturó miradas con su vestuario cuidadosamente curado durante los eventos inaugurales. Su elección para la cena vicepresidencial en la National Gallery fue una pieza personalizada de Oscar de la Renta, mientras que para la investidura optó por un vestido azul de Reem Acra, una obra maestra de gasa semitransparente bordada con lentejuelas y pedrería. Este diseño, ceñido al cuerpo y con una falda evasé que rozaba el suelo, combinó la elegancia atemporal con un toque de modernidad, consolidándola como un nuevo ícono de estilo.
Jill Biden ha puesto sin duda la nota de color al encuentro con un llamativo estilismo de color lila firmado por Ralph Lauren. Con zapatos y guantes de piel a tono, la mujer de Joe Biden ha vuelto a dar una lección de estilo a las puertas de la Casa Blanca.
El equipo de Oscar García-López ha confirmado que el diseñador desempeñará un papel clave en la creación de looks impresionantes para Lara y Tiffany Trump (la hija que el Presidente tuvo en su segundo matrimonio, con Marla Maples) en la próxima toma de posesión presidencial. Conocido por su capacidad para combinar la elegancia atemporal con el drama moderno, el trabajo del diseñador resalta los estándares globales de la alta costura.
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