Desmentidas, dudas y acuerdo en revisión

Continúa la incertidumbre en cuanto a una definición que no llega. En el medio, el cruce entre Verón y Milei y los puntos que siguen en discusión y sin resolución

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Estudiantes vive días realmente muy convulsionados puertas adentro. Y mientras se desarrolla el mercado de pases, algo que tiene en vilo a los fanáticos, lo mismo sucede (e incluso con mayor intensidad) en cuanto al acuerdo con el grupo empresario que lidera el magnate estadounidense Foster Gillett.

Pese al paso del tiempo, la incertidumbre no se disipa y las dudas aumentan a medida que pasan los días. ¿Por qué se sigue dilatando algo que parecía estar prácticamente cerrado y listo para comunicar? ¿Cuáles son los puntos aún en discusión? ¿Habrá algún impedimento por parte de la AFA y Conmebol para que el Pincha pueda participar en sus torneos si finalmente se aprueba la sociedad con Gillett?.

Todo eso sigue estando en el tintero de cada uno de los socios albirrojos, quienes esperan por una definición que no llega y que parece que tardará aún más de lo planificado.

Mientras sucede todo esto, en la jornada de ayer el presidente Javier Milei se manifestó al respecto y, en la misma sintonía que Guillermo Tofoni días atrás, remarcó que “Estudiantes está camino a ser una SAD”.

Lógicamente esas palabras no cayeron nada bien puertas adentro, pese a que segundos después de las mismas el principal mandatario de la Nación remarcara las virtudes que para él tiene Juan Sebastián Verón al frente de la institución. De hecho, el propio mandamás del Pincha lo desmintió, acusándolo de que “está jugando su juego”, en relación a la batalla que viene llevando adelante para el cambio que pretenden desde el Gobierno en cuanto al fútbol argentino. (ver aparte).

Lo concreto es que el terreno se sigue embarrando y la claridad no aparece para un socio que espera como nadie concreciones de un acuerdo que sigue teniendo al menos tres puntos que siguen trabando la definición.

En este contexto, bien vale remarcar que la sociedad que Verón quiere crear con Foster Gillett se encuentra frenada porque, tal cual remarcara este matutino tiempo atrás, la gran parte de la dirigencia albirroja está en contra de lo que pretendía firmar el actual presidente en primera instancia. Sobre todo en temas tan trascendentales como la duración del mismo (aquellos 99 años), las ganancias (80 y 20 en favor de los inversores) y la conformación del directorio. Además, sigue habiendo otras cuestiones de base a resolver, las cuales representan las principales dudas de los socios. Por ejemplo, en cuanto a garantías y cláusulas de rescisión.

Una cosa queda clara, según palabras tanto de Verón como de Martín Gorostegui de las últimas horas: Estudiantes continuará siendo una asociación civil, pero el fútbol pasará a ser una sociedad anónima, con los aportes extranjeros que, según ellos, se necesitan para dar el salto. Es decir, habrá un desprendimiento de ese sector del Club en particular, pero no se profundizó en temas que preocupan y mucho.

Uno de ellos, el ya mencionado en cuanto al plazo. Según ambos dirigentes, es una de las cuestiones que siguen en análisis y en debate por ambas partes interesadas en el asunto.

El porcentaje de Estudiantes asociación civil en la sociedad anónima a conformar también está en el terreno de las incógnitas y, junto con ello, las decisiones a tomar.

El propio presidente dejó en claro que “el Club no va a perder autonomía” y que “las decisiones seguirán siendo de Estudiantes”. Sin embargo, si el directorio de la S. A. cuenta con mayoría por parte del inversor, no será de esa manera.

Otra cuestión clave, más allá de las mencionadas, está relacionada a la posible finalización de la sociedad antes de tiempo firmado.

Tanto Verón como Gorostegui mencionaron distintas cláusulas de rescisión, tanto para Estudiantes como para el grupo empresario. No obstante, es otro de los asuntos en plena revisión, y de los cuales mantiene frenada la decisiones final.

Por último, y algo no menor, está la gran duda en cuanto a quién se hace cargo de las deudas y los gastos que pueda llegar a traer el acuerdo si finalmente no termina siendo beneficioso para alguna de las partes.

En ese sentido, Estudiantes recuperará el fútbol, algo lógico, pero el costo puede llegar a ser realmente alto si además debe hacer frente a una sociedad sin final feliz.

Queda mucho por definir, con tres puntos vitales, dentro de un acuerdo que lejos está de su concreción y en el que día a día aparecen cada vez más dudas puertas adentro, las cuales no se disipan.

Una cosa es cierta, en el mientras tanto los hinchas esperan por mayores y más claras novedades, mientras factores externos al Club también juegan su juego y de alguna manera embarran aún más una cancha que de eso ya tiene mucho.

La letra chica está bajo revisión constante y la asamblea, que en un momento se proyectó para el venidero mes de febrero, quizás tenga que posponerse algún tiempo más.

Tres puntos frenan el acuerdo: plazos, división de ganancia y conformación del directorio

 

 

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