Denuncian presunto abuso en el Senado provincial

Una mujer de 53 años denunció haber sido víctima de un supuesto ataque sexual en una oficina del Senado bonaerense.

El hecho, que está bajo investigación judicial, ocurrió hace algunos años y apunta a un dirigente gremial, el cual, según la presentación, apareció totalmente desnudo en una dependencia de la Cámara Alta y le refregó los genitales por la cara, al grito de “ando re caliente, con ganas de tener sexo, porque a mi señora no sé lo qué le pasa y no puedo más”.

Siempre a decir del escrito al que tuvo acceso este diario, en ese mismo acto la víctima empezó a correr alrededor de una mesa y logró defenderse con una máquina de agujerear.

En el mismo documento se mencionó que el sospechoso tendría otras acusaciones, pero “todas del tipo administrativas, que quedan sepultadas por la protección del sindicato”.

También que “se creen que son intocables”.

Ahora, por el movimiento del expediente, la denunciante fue citada a una serie de peritajes psicológicos, que se harán en el mes de marzo próximo en la sede de la Asesoría de Tribunales, situada en el Barrio Hipódromo de La Plata.

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En dicho examen, por pedido del responsable de la pesquisa, los profesionales deberán determinar: “Indicadores de patologías en curso; características de la personalidad; tipo de afectividad; si puede reconocer transgresiones a las normas sociales vigentes y diferenciar la realidad de la fantasía; un diagnóstico de interacción familiar para determinar daños físicos y/o psíquicos, económicos o de otro tipo y la situación de peligro social y ambiental”.

En una carta a la que accedió este medio, la presentante se descargó: “Después de tantas denuncias que quedaron cajoneadas. Después de la Oficina de Género, que nunca hizo nada más que buscar soluciones positivas para los denunciados. Después de que muchas mujeres y hombres que sufrieron amenazas y aprietes por las mismas personas no hayan seguido sus denuncias por miedo a quedarse sin trabajo o no poder acceder a las horas extras. Después de todo esto al fin alguien se anima a ir más lejos, a decirle basta a esta clase de personas”.

“Muchos son conscientes de lo que sucede y prefieren ignorarlo, porque no los afecta directamente, olvidando que tienen hijas, madres, hermanas y amigas, que también podrían cruzarse con estas personas”, concluyó.