En este íspa no trabaja el que no quiere

¡Feliz verano, amigas!

¿Empieza hoy? ¡Tenés razón! ¡Cómo se voló el año, che!

Y encima nos amenazan con una gripe feroz que viene del invierno europeo. Parece que hay que vacunarse para no crepar.

Contra la tele hay que vacunarse. ¿Se enteraron que vuelve “GH”?  El nuevo bodrio se llamará “Gran Hermano Generación Dorada”.

¿Dorada? Bijouterie barata. Cotillón de cuarta. Chafalonías. Baratijas.

¿Pueden creer que ya se presentaron 600.000 candidatos, cuya máxima aspiración en la vida es entrar a esa casa jaula?! 

No me extraña. ¡Si hasta Morena, la hija presa de Rial, mandó  un video! Ése es el target.

Yo digo, esa gente ¿nunca probó con laburar?

El que quiere trabajar, se las ingenia. Miren si no a María Eugenia Ritó.

¿Va a hacer temporada de verano en Mardel o Carlos Paz? ¡Qué bien!

No. Descubrió un nicho que le rinde. Ahora se autopercibe como “calificadora de penes”.

¿De peines?

¡No! De penes. De pitulines, Norita. De pajaritos, ¿entendés?

¡Ah! ¿Y con qué parámetros los califica?

Es todo muy científico. Tiene en cuenta factores como longitud, circunferencia y elevación.

Y la evaluación ¿es presencial o virtual? ¿Manual o visual?

Eso queda a criterio del caballero, previa transferencia, claro. 

¿Y les da un certificado, un diploma, una cucarda?

Tanto no sé. No me topé con nadie que haya sido mensurado.

¿No era que el tamaño no importa?

Eso sostienen los micropeneanos, en defensa propia.

¡Qué manera de cosificar a los tipos, che! ¡Que no se diga!

Muchos mediáticos quedaron estigmatizados con ese tema. ¿No se acuerdan del “chizito” de Jacobo Winograd, o –más recientemente- del maní de Maurito? No se libran más de esa etiqueta.

Otra vedette que reapareció es la Pradón. Se recicló como “influencer”.

Odio ese anglicismo. ¿Qué quiere decir?

Según la inteligencia artificial, “Es una persona con gran alcance en redes sociales que tiene la capacidad de influir en las decisiones y opiniones de sus seguidores sobre productos, ideas o marcas, gracias a su credibilidad, autoridad o conocimiento en un tema específico”.

¿Y en qué te puede influir la Pradón?

Creo que su intención, más que influir, es calentar a quien mira sus fotitos hot, al natural.

Y nosotras, amigas, ¿no podríamos currar con eso? No digo mostrarnos como Dios nos trajo al mundo, porque espantaríamos gente, pero influir a nuestras coetáneas con algún que otro consejito, tip, recomendación, sugerencia.

¿Por qué no intentarlo? Cada vez las minas vivimos más años y hay que ingeniárselas para mantenerse activas y contentas. Nada de sentarse a esperar la Parca.

¡Pero que no sea un espacio de recetas de cocina ni de manualidades, eh! ¡Nada de cosas de viejas!

¡Obvio! Que el contenido sea viajes, escapadas, moda, arte, citas a ciegas …

¡Ah, bueno! Entonces cancelo mi operación de cataratas. ¡Me anoto! ¡Chin, chin!