La era Milei y la crisis de los partidos tradicionales

  

 

 

Denise Chmois


La doble victoria de La Libertad Avanza, en 2023 y 2025, volvió a exponer la crisis de representación. Ni el peronismo, ni el radicalismo, ni el PRO lograron volver a representar de manera efectiva las demandas de la sociedad. En ese vacío apareció Milei, con un liderazgo personalista, ideas claras y un menú de propuestas que conectó con una ciudadanía cansada. En esta campaña, La Libertad Avanza mostró listas con un sinnúmero de nombres desconocidos y alcanzó un triunfo más que contundente.

Detrás hay un fenómeno más amplio. "La Libertad Avanza es más un concepto que un partido; la gente vota caras conocidas", dijo una fuente del Congreso. En el podcast Fenómeno Barrial, fue enmarcado como una tendencia regional y global: partidos que nacen y mueren rápido, que funcionan como vehículos de un líder.

Daniel Ivoskus, de la Cumbre Mundial de Comunicación Política, lo explicó así: "Los partidos dejaron de transformar, de motivar, de producir propuestas. Se volvieron estructuras jurídicas presentarse a elecciones. La política pasó a ser personalista". En ese contexto, un partido con un liderazgo aprobado por la sociedad corre con ventaja.

Por su parte, Miguel De Luca, director de la carrera de Ciencia Política de la UBA, apuntó: "Los partidos tradicionales siguen aferrados a las formas tradicionales de hacer política, adoptan políticas de cada vez más corto plazo y se enfrascan en peleas internas que solamente interesan a los propios políticos". En ese clima, dijo, crecen los partidos personales al calor de la insatisfacción de buena parte de la ciudadanía por el pobre desempeño de los gobiernos.

"Unos cuantos partidos personales son liderados por outsiders. Lograron ganar elecciones sin contar con un partido. Ganar sin contar con el apoyo una organización partidaria parecía imposible hace unas décadas. Ahora les toca otro desafío: gobernar sin disponer del soporte de un partido", afirmó De Luca.

LAS REDES

Si bien todos los analistas consultados coincidieron en que la clave para entender la emergencia de los partidos personales está en la crisis de representación, también subrayaron la relevancia de las redes sociales en la política actual. "Siempre que hay modificaciones, los partidos se tienen que reinventar. Si no se consolidan en las redes, no hay forma de sobrevivir", sintetizó Lucas Raffo, consultor de Ad Hoc.

Explicó que "el peronismo nunca encontró la forma de construir una comunidad en redes sólida que le sirva para disputar encuadres". Sin embargo, dijo que el problema no es cómo usan las redes o si se aggiornan a ellas, sino cómo representan las demandas. "En el fondo, sigue siendo un problema de representación de demandas e intereses y lo digital es un territorio cada vez más importante por su convergencia con los medios tradicionales".

Las redes incorporan un terreno de debate que es inmediato y en el que están todos -como participantes o espectadores-. "Cualquier partido que quiera representar eficazmente tiene que pensar en las redes. Son importantes para el crecimiento de los fenómenos emergentes porque abaratan la competencia -sin ellas, sería imposible pensar en su crecimiento-. Pero si no tienen una plataforma eficaz -un discurso, un temario-, no van a lograr interpelar, por más potencia que le pongan a las redes", sostuvo el consultor.

Raffo señaló que lo digital tiene mucha fuerza en el fenómeno de Milei, pero su posicionamiento se generó a través de la televisión y los medios tradicionales.

LA TRIPLE VÍA

En la misma línea, Ivoskus se refirió a la triple vía necesaria para una comunicación política efectiva: redes sociales, medios tradicionales y contacto directo en el territorio. "Las redes sociales son una herramienta de comunicación indispensable para cualquier político que quiera aspirar a la presidencia, a ser gobernador o intendente. Quien construye un sistema de comunicación que los integre -y con el mensaje adecuado-, tendrá una efectividad mucho mas fuerte".

Los partidos tradicionales deben apostar, dijo, a los nuevos formatos de comunicación, a liderazgos que interpreten mejor a la sociedad y a ser políticamente incorrectos: "Hay un cambio de percepción sobre el político estructurado versus el político más natural, espontáneo y cercano. Son valores clave de todo liderazgo". Valores que hoy, además, se ven a diario en los perfiles de redes. Afirmó, además, que el peronismo, el radicalismo y el PRO deben modernizarse, liderar causas y conocer en profundidad a quien van a representar.

La era Javier Milei

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