Un San Valentín de terror: lo atacan a culatazos y lo desvalijan

En una tranquila madrugada del pasado viernes, aproximadamente a las 4:30 horas, la celebración del Día de San Valentín en el hogar de un inspector de habilitaciones se transformó en una experiencia aterradora.

Lo que debía ser una velada de risas y alegría, junto a una amiga, terminó en un violento robo que dejó no solo numerosos daños económicos, sino también una profunda marca emocional en las víctimas.

Los hechos ocurrieron en una vivienda ubicada en 531 entre 18 y 19, donde el inspector, en un momento de relajación, se vio sorprendido por la irrupción de tres hombres armados.

Según su relato, uno de los atacantes, de contextura delgada y rostro cubierto por un pasamontañas, logró ingresar por una ventana que daba al patio, previamente debilitada.

Este detalle, que ahora se analiza con atención, sugiere que el grupo había realizado tareas de inteligencia antes del asalto.

Armados con al menos tres pistolas, los delincuentes comenzaron una feroz intimidación.

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Antes de que pudiera hablar le propinaron varios culatazos en la cabeza exigiéndole dinero, oro y dólares.

Su amiga también fue sometida a agresiones aunque no resultaron ser tan graves como las cometidas contra el dueño de casa.

Tras ser empujada cayó al suelo y allí se quedó cumpliendo la exigencia de los ladrones de quedarse quieta y no gritar.

Afortunadamente no sufrió agresiones físicas adicionales, pero la angustia de la situación quedó grabada en ambos.

Los perpetradores, tras amarrar a las víctimas -primeramente con cintas y luego con cuerdas- despojaron la casa de varios objetos de valor.

Según el recuento físico que hizo la víctima se llevaron dos televisores de 32 pulgadas, una notebook, una computadora de escritorio, una cámara portátil de marca GoPro, una bicicleta marca Raleigh preparada para transitar por cualquier superficie, dos relojes importados, un maletín de trabajo cargado de documentación relacionada con el trabajo del damnificado.

Además se apoderaron de la billetera del damnificado, la cual contenía documentación, acreditaciones de su actividad laboral, 50 mil pesos y 500 dólares que había puesto allí con la idea de que los cambiaría ayer viernes por la mañana cuando anduviera por el centro platense.

Tras el atraco, los delincuentes se dieron a la fuga; dos de ellos se apoderaron de su auto, un Peugeot 208, de color blanco, que se encontraba en el garaje, mientras que el tercero escapó en la bicicleta del inspector en dirección hacia el barrio “La Favela”.

A esta hora, las autoridades analizan las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona en un esfuerzo por identificar a los asaltantes.

“Esperamos encontrar alguna pista que nos lleve a dar con los responsables”, afirmaron fuentes policiales.

Aunque el inspector no presenta lesiones visibles, los golpes que recibió, tanto físicos como psicológicos, evidencian el horror vivido esa noche.

Por el momento, las autoridades continúan el rastreo e investigan cada pista, con la esperanza de arrojar luz sobre este violento atraco y ofrecer justicia a quienes pasaron por una de las vivencias más desagradables de sus vidas, enfrentarse a un hecho delictivo con este tenor de violencia y ferocidad.

El análisis cuadro a cuadro de las grabaciones se convierte en una esperanza tangible para atrapar a estos criminales con nombre y rostro y, tal vez, recuperar lo perdido, una aspiración que muy pocas veces se llega a concretar.