Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Séptimo Día |“LOS ÁRBOLES TAMBIÉN SON EL BOSQUE”, ALE KAMIYA

Lo esencial es invisible a los ojos

Estos cuentos son orgánicos y profundos: se elige qué decir para que lo más importante sea lo no dicho. Una prosa quirúrgica...

Lo esencial es invisible a los ojos

Alejandra reafirma una escritura que no necesita golpes bajos / Web

16 de Febrero de 2025 | 04:53
Edición impresa

Un haiku es un tipo de poesía japonesa cuyo sonido, armonía y precisión de sílabas forma una frase orgánica. Este poema se sostiene en el rigor en la elección de las palabras y, especialmente, en lo no dicho. Con apenas diecisiete sílabas distribuidas en tres versos, el haiku captura un instante, una emoción contenida en lo fugaz. Es más que solo una forma poética: es una mirada sobre el mundo, donde lo pequeño revela su profundidad.

El título del libro de Alejandra Kamiya -escritora argentina-, “Los árboles también son el bosque” (2015), podría entenderse como un haiku en sí mismo: una síntesis que resuena más allá de sus palabras, insinuando una poética de lo fragmentario, de lo mínimo que construye un todo. Los árboles también son el bosque. También, entonces, los caídos. Aquellos que, al impactar contra el suelo, no fueron escuchados por nadie. A los que el olvido los habita, también son parte de un todo.

Esa estética de lo no dicho se impregna en los cuentos de Kamiya. Con un estilo contenido y preciso, la autora nos sumerge en relatos que, como los haikus, parecen centrarse en lo breve, pero dejan en el lector una resonancia duradera.

A partir de situaciones cotidianas, marcadas por una profunda introspección, los personajes transitan una realidad de aparente normalidad pero cuya profundidad es inabarcable. Por momentos con manifestaciones sutiles, que transforman la realidad de manera imperceptible pero profunda. En muchos casos, lo importante está en la en los silencios que rodean los diálogos, en los gestos mínimos que revelan mundos interiores.

La influencia de la literatura japonesa es evidente no solo en la economía del lenguaje, sino en la mirada sobre el tiempo y las emociones. Kamiya trabaja con la fugacidad, con lo efímero que deja una marca. Sus textos, generalmente, parecen escenas extraídas de una película en la que la cámara se detiene en un detalle: un árbol que se mueve con el viento, un plato de arroz, una taza de té que se enfría sobre la mesa, una conversación apenas esbozada. En esos pequeños momentos, sus personajes experimentan cambios sutiles pero definitivos.

Uno de los grandes aciertos del libro es su capacidad para sugerir sin subrayar. No hay explicaciones excesivas ni moralejas, sino imágenes que quedan suspendidas, abiertas a la interpretación del lector. Así, Kamiya construye un mundo en el que lo cotidiano se torna poético, y lo poético, a su vez, se enraíza en la experiencia diaria. Como en un haiku, cada palabra es esencial, y lo que no está dicho es tan importante como lo que se enuncia.

Los árboles también son el bosque es parte de una trilogía que incluye también “El sol mueve la sombra de las cosas quietas” (2019) y “La paciencia del agua sobre cada piedra” (2023). En conjunto, estos libros constituyen un universo narrativo coherente en el que la brevedad y la introspección son las claves de una estética única. En ocasiones, la autora argentina de ascendencia japonesa, aseguró que no pensó a los libros como parte de un todo, pero sí que estableció una red de personajes que buscan cobrar vida en diferentes cuentos, en distintos libros.

Los árboles también son el bosque invita a la relectura, porque en cada nueva aproximación se descubren matices distintos. Es un ejercicio de contemplación, de atención al detalle y de confianza en la capacidad del lenguaje para evocar sin agotar. Con este libro, Alejandra Kamiya reafirma una escritura que no necesita golpes bajos -ni baratos- para dejar huella. Sus relatos, como los haikus, condensan en la brevedad una verdad que trasciende la página y se queda rebotando en la memoria del lector.

Los árboles también son el bosque
ALEJANDRA KAMIYA
Editorial: Eterna Cadencia
Páginas: 120
Precio: $28.000

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE a esta promo especial

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Full Promocional mensual

$650/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6100

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme

Básico Promocional mensual

$500/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3950

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme
Ver todos los planes Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional mensual
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$500.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $3950.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla