El boom de las infusiones frías: ¿se le pone hielo al café o al té?

Las infusiones frías, como el café o el té, han ganado popularidad en los últimos años, no solo por su sabor refrescante sino también por sus numerosos beneficios para la salud. Al ser consumidas frías, estas bebidas se convierten en una opción ideal para hidratarse durante los meses de calor, ofreciendo una alternativa sabrosa al agua tradicional. Además, el proceso de elaboración en frío, conocido como “cold brew” en el caso del café, produce una bebida menos ácida y más suave, lo que la hace más fácil de digerir y menos irritante para el estómago.

El té frío, por su parte, conserva todos los beneficios antioxidantes del té caliente, pero con una ventaja adicional: es más apetecible para quienes no disfrutan de las bebidas calientes en días calurosos. Los antioxidantes presentes en el té, como las catequinas y flavonoides, ayudan a combatir los radicales libres en el cuerpo, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas y mejorando la salud cardiovascular.