Nora Dalmasso: la familia Macarrón, querellante

En las últimas horas Marcelo Macarrón, el viudo de Nora Dalmasso, la mujer asesinada en la ciudad cordobesa de Río Cuarto en 2006, y su hija Valentina se sumaron como querellantes en el caso que investiga el femicidio. Recientemente, la Justicia de Córdoba reactivó la investigación tras un nuevo giro en la causa: el hallazgo de pruebas genéticas que involucran a un nuevo sospechoso.

“Marcelo y Valentina se constituyeron como querellantes bajo la representación del asesor Gustavo Liebau”, dijo la abogada de la familia Dalmasso, Mariángeles Mussolini, en diálogo con la agencia Noticias Argentinas. La letrada explicó que “por una cuestión técnica en una misma querella no puede haber dos abogados” y que por tal motivo se armaron “dos querellas diferentes”. “Estamos trabajando en el mismo sentido”, subrayó.

Mussolini patrocina a Facundo Macarrón, uno de los hijos de Dalmasso que había sido acusado falsamente de abusar sexualmente y asesinar a su madre en la casa del barrio Villa Golf, pero luego fue absuelto debido a la ausencia de pruebas. La Justicia ahora investiga a Roberto Bárzola, de 45 años, luego de que una pericia de ADN confirmara que son suyos los rastros en 6 puntos de la bata que usaba Nora, el cinturón con el que la asfixiaron y también en un pelo que hallaron en la ingle de la víctima.

Bárzola, que tenía 27 años al momento del asesinato, se desempañaba como pulidor de pisos en la vivienda de la familia Dalmasso, fue imputado por “abuso sexual seguido de muerte” y se negó a declarar en el marco de la causa. Su defensa pide la prescripción de la causa por los 18 años transcurridos desde el crimen.

El caso tomó un giró inesperado el pasado 23 de diciembre, cuando el Ministerio Público Fiscal (MPF) de la provincia de Córdoba reveló que el ADN de Roberto Bárzola resultó compatible con las huellas genéticas recabadas en la bata de la víctima 18 años atrás.

Aunque el sospechoso fue notificado, no quedó detenido debido a la prescripción de la causa. Bárzola había declarado como testigo durante el juicio realizado en 2022. El fiscal, Pablo Jávega, reveló en conferencia de prensa el detrás del hallazgo: “Había huellas que figuraban como desconocidas en el cinto de la bata de la víctima. Se ha logrado determinar que se trataba de una persona mayor de edad, masculino, que dio compatible con el ADN”.