“Las ayudas no abundan, pero siempre van a seguir adelante”

“Los clubes siempre van a seguir adelante, con más o menos plata, porque su gente tiene vocación de servicio y ama lo que hace. Los dirigentes barriales trabajan por el bien común. Pero esto no quiere decir que haya que soltarles la mano, sino todo lo contrario, y en eso estamos”, señala Alberto Alba, el presidente de la Federación de Instituciones Cuturales y Deportivas de nuestra ciudad: “Las ayudas no abundan para nada. Apenas existe un descuento del 30 por ciento en la luz y para su gestión es necesario tener todos los papeles en regla”, agrega.

En este contexto, unas 80 de las 524 entidades que integran la institución fundada en 1939 son las que lograron ese beneficio, y hay muchas otras que aspiran a obtenerlo, pero no cuentan todavía con toda la documentación que les exigen.

En este sentido, semanas atrás la Comuna local suscribió un acuerdo con la Dirección Provincial de Personas Jurídicas que tiene como objetivo declarado “acompañar, brindar asesoramiento y regularizar clubes y asociaciones civiles” para que se adecuen a la normativa vigente.

“En situaciones como la actual no es viable aumentar las cuotas societarias o pedirles aportes de cualquier tipo a las familias, porque sería poner sobre los sectores más vulnerables un esfuerzo adicional al que ya realizan en sus hogares”, admiten los dirigentes.

“En mi época tenías tu familia, la escuela y el club” recuerda el experimentado Alba, al tiempo que agrega que “en el club es donde aprendés valores que van más allá de los que prevalecen en la calle; el compañerismo, el compromiso por un grupo... Los clubes alejan a los chicos y chicas de los peligros de la droga, el alcohol, la delincuencia; no son la panacea, pero aportan lo suyo, que no es poco. Complementan y a veces suplen la función del Estado; se prende fuego una casa y la gente va al club a buscar ayuda. Hay una inundación, y el club es el lugar de referencia par alas donaciones. Necesitamos que sigan haciendo la tarea que vienen realizando”.

“La Federación creció mucho porque las entidades cada vez están más desprotegidas por parte del Estado, así que es un lugar muy importante, tenemos mucha tarea”, sintetiza su titular.

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“Nosotros estamos en un barrio de clase media, trabajadora, pero vamos a encontrar muchas familias con problemas económicos, y tratamos por sobre todas las cosas de hacerles un lugar especial en el club a los chicos de esas familias, donde sientan la contención”, subraya Natalia Valpreda, de El Centinela: “Muchas tardes tomamos mate cocido, comemos tortas, cosas que fabricamos nosotros o hacemos nosotros, porque no contamos con nada del Estado en ese sentido, no contamos con ninguna ayuda. Tratamos de armar algunas actividades para ellos, para que se sientan parte especial del club; vas a encontrar gente de todas las edades en el club, pero nos abocamos un poco más a la parte infantil y adolescente porque es la que vemos con mayor necesidades dentro de este barrio”, concluye.