Vandalismo y robo: se llevan más de 60 prendas

El pasado jueves, la propietaria de Zahira & Abril, un comercio de indumentaria femenina ubicado en la intersección de 29 entre 59 y 60, se encontró con una escena desoladora: el robo y el vandalismo en su local.

El modus operandi empleado en este caso no tardó en generar la alarma entre los vecinos y comerciantes, quienes reconocieron rápidamente las huellas de un grupo que, hace algunos años, aterrorizó la zona comercial de City Bell con una serie de ataques similares.

Se trataba de la temida “banda del adoquín”, un grupo de jóvenes que, empleando piedras de gran tamaño o adoquines, arremetía contra las vidrieras para llevarse de forma expeditiva lo que había a mano.

Casi siempre tomaban lo que había en las vidrieras y huían antes de que arribara la policía. Se trataba de robos menores donde la pérdida más sustancial era la reparación de los blíndex.

Ayer, esa secuencia se volvió a repetir pero con pérdidas aún mayores y en la otra punta de la Ciudad.

La mañana del jueves comenzó como cualquier otra para la comerciante, pero a las 10:00 horas, su rutina cambió por completo al arribar a su local.

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La puerta interna mostraba señales de haber sido alterada: un vidrio roto que evidenciaba la brutalidad del acceso.

Al ingresar al local, la escena era aún más devastadora.

En el suelo, una enorme piedra, de esas utilizadas habitualmente por los delincuentes para romper los vidrios, yacía como testigo mudo de un delito ya consumado.

La propietaria constató que faltaban aproximadamente más de 60 prendas y el dinero en efectivo que guardaba en la caja, alrededor de $6.000, había desaparecido.

Aunque no se tiene certeza sobre la identidad de los responsables, todo apunta a un robo planificado. Pese a la presencia de la piedra, a diferencia de la banda del adoquín, no se trataría de un robo improvisado sino más bien de “un plan de ataque”.

Esta teoría se abona con la conjetura que hacen los investigadores sobre el modo en el que trasladaron todas estas prendas. “Cuanto menos debieron haber usado un auto”, deslizó una fuente del caso.