El drama de rechinar los dientes al dormir

El bruxismo nocturno, el hábito involuntario de rechinar los dientes mientras se duerme, puede convertirse en una verdadera molestia para quien comparte la cama con la persona afectada. Más allá del ruido que interrumpe el descanso, esta condición puede ser una señal de estrés, ansiedad o incluso problemas en la mordida. Si bien algunos lo hacen esporádicamente, en casos crónicos puede provocar desgaste dental, sensibilidad e incluso dolores de cabeza o de mandíbula, lo que afecta no solo a quien lo padece sino también a la dinámica de la pareja.

Para la persona que duerme al lado, el sonido constante del rechinar puede ser tan perturbador como los ronquidos, generando interrupciones en el sueño y, en algunos casos, hasta problemas de convivencia. Si bien la paciencia es clave, también es importante abordar la situación con sensibilidad y buscar soluciones. Existen férulas dentales diseñadas para minimizar el daño en los dientes, así como técnicas de relajación para reducir el estrés que lo provoca. En algunos casos, un especialista en odontología o en trastornos del sueño puede ofrecer estrategias efectivas para controlar el problema.

Si el bruxismo no se trata, sus efectos pueden agravarse con el tiempo, llevando a fracturas dentales o trastornos temporomandibulares que generan dolor crónico. Por eso, es fundamental que la pareja afectada converse sobre el tema y busque ayuda profesional antes de que el desgaste físico y emocional se vuelva insostenible.