Algunos hilos de la trama disfórica

En un futuro donde conviven utopías y distopías, los cuerpos alienados de Los Libres contienen la energía necesaria para alimentar y sostener a Las Maquinarias. Los médicos investigan en secreto cómo sustraer la energía de esos cuerpos y convertirla en combustible.

La obra nos reúne en el laboratorio clandestino de un médico desertor: los personajes habitan este espacio desde distintas temporalidades y a través de distintos indicios podemos descubrir algo de sus misiones.

Este laboratorio es habitado por Bud, un experimento que ha quedado en un limbo espacio-temporal que la contiene y la amenaza. Hace muchos años ella cree en un mito: sueña con irse con Los Libres.

Rainer es un guerrero con formación militar de avanzada, tiene una misión con objetivos que desconoce.

Un guerrillero sonoro irrumpe en el laboratorio buscando carne humana para traficar con Los Médicos. Él está armado y responde a La Defensa, un grupo que ejerce la justicia por mano propia y arbitrariamente pueden condenar, perseguir y matar.

Los administrativos se reproducen y viven para completar tareas asignadas hace muchos años, sin pensar ni sentir y con el fin de mantener su estatus brindan sacrificios a la maquinaria, un ser humano cada día.