Terror en San Carlos por “la banda del auto negro”

En La Plata el delito golpea en todos los barrios. Se escuchan discursos, prometen mejoras, pero la realidad es cruda y dura. En San Carlos, por ejemplo, los vecinos denuncian el accionar de una banda, que hace rato se mueve con absoluta impunidad en un radio muy reducido de cuadras.

Con varios golpes en su haber, ahora aprovechó un pequeño resquicio para abrirse paso hacia el interior de una propiedad.

Fue cuando una mujer salió del inmueble a dejar la bolsa de residuos en el canasto de la vereda. Eran poco después de las diez de la noche.

Con movimientos rápidos y sincronizados, un total de cinco delincuentes rompieron la tranquilidad de un hogar familiar, que está situado en 145 bis entre 45 y 46.

Por ese sector de la Ciudad, aseguran sus residentes, “no vemos un patrullero ni de casualidad. Cuando llega la oscuridad, mucho menos. Acá las calles son como una boca de lobo. Las luces muy tenues. Es un escenario propicio para que pasen este tipo de episodios. Necesitamos patrullajes”.

A las víctimas, que no pudieron hacer nada para evitar el desapoderamiento de un televisor, dinero en efectivo y otros elementos de valor, las dejaron en estado de shock.

El coche de los asaltantes, un Chevrolet Ágile negro, estaría filmado en más de una ocasión por la zona, pero “ni siquiera necesitan tomarse el trabajo de cambiarlo para evitar ser reconocidos. Se manejan siempre con el mismo vehículo. Parece un chiste”, expresó un frentista con inocultable indignación.

No hace muchos meses, en las cercanías de ese lugar, entraron en otra finca, donde sus dueños la pasaron muy mal.

Según fuentes cercanas al caso, cuatro hombres fuertemente armados coparon otra vivienda de madrugada.

Dispuestos a todo, los agresores mantuvieron a sus ocupantes bajo amenazas durante casi una hora, mientras llevaban a cabo una búsqueda exhaustiva en los distintos ambientes.

Durante este tiempo, los delincuentes se repartieron las tareas. Dos controlaban que nadie se mueva y los cómplices hacían el registro ilegal.

Finalmente, los autores del golpe lograron encontrar lo que buscaban y llevarse una suculenta cantidad de dinero.

Así, una vez satisfechos, los criminales abandonaron la construcción y se subieron al Chevrolet Ágile oscuro, que estacionaron a pocos metros.

Según trascendió, pasadas las 4.30 de la mañana, se escucharon al menos dos detonaciones.

Se supo que dentro de la casa había al menos un bebé, por lo que el pánico de los padres fue extremo.

Por suerte, más allá del disgusto, no hubo que lamentar heridos.