De ideas liberales a apoyos libertarios
Edición Impresa | 13 de Abril de 2025 | 05:41

Durante años, los fundadores de las grandes empresas tecnológicas de Silicon Valley se presentaron como visionarios que querían cambiar el mundo con innovación, apertura y una ética libertaria con ideas que podrían emparentarse con la centro izquierda global. Representaban un nuevo tipo de empresario, alejado del capitalismo tradicional de derecha internacionalista, que proponía una revolución basada en la conexión global, la información libre y el progreso colectivo. Ese relato inspiró a millones y moldeó el imaginario digital del siglo XXI, pero hoy está claramente en crisis.
Elon Musk encarna quizás la mutación más evidente ya que apoyó la postulación de ¿l republicano Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos. De ícono de la innovación a figura polarizante, su discurso viró hacia un libertarismo extremo, hostil a sindicatos, medios y regulación estatal. Su uso de X como plataforma personal para intervenir en debates políticos y su cruzada por una inteligencia artificial sin filtros evidencian una deriva ideológica marcada por el individualismo y la desconfianza institucional. Mark Zuckerberg también dejó atrás los ideales de comunidad digital para concentrarse en la construcción de un metaverso cerrado, controlado por su empresa y guiado por criterios más económicos que sociales.
Jeff Bezos, más sobrio pero igual de significativo, abandonó toda pretensión de ser “distinto” y adoptó un perfil clásico de magnate global, con intereses en medios, espacio y una estructura laboral hiperexigente. Larry Page y Sergey Brin, lejos del ideal de democratizar el conocimiento, orientaron sus inversiones a sectores estratégicos como biotecnología e inteligencia artificial, con cada vez menos transparencia. El viejo lema de Google, “don’t be evil”, suena hoy más a ironía que a guía ética.
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