Diócesis de Quilmes despidió al Papa Francisco con emotiva misa exequial

La Diócesis de Quilmes, en comunión con la Iglesia universal, celebró el sábado 26 de abril la Misa de Exequias del Papa Francisco, presidida por el Obispo Carlos José Tissera en la Iglesia Catedral de Quilmes. La ceremonia fue un sentido homenaje al Sumo Pontífice, fallecido el 21 de abril, y congregó a una gran cantidad de fieles.   

"La Iglesia y la humanidad entera hoy siente algo de orfandad; sentimos la muerte de un padre que nos ha mostrado la ternura del amor de Dios: el querido Papa Francisco. Nos sentimos partícipes de los sentimientos de los discípulos que lloran la muerte dolorosa y trágica de Jesús en la cruz. Se han juntado para ayudarse a sobrellevar el momento", expresó el Obispo Tissera durante la homilía.

El Obispo de Quilmes destacó el legado del Papa Francisco y su llamado a la acción: "De ahora en más, ya no estará Francisco hablando desde la Cátedra de Pedro en Roma. Nosotros tenemos la misión de testimoniarlo. […] La fuerza del testimonio es la que seguirá vigente y seguirá transformando corazones. El legado de Francisco nos ayudará cada día, nos motivará para ser testigos de la Resurrección de Cristo, como él lo fue".

Durante la misa del Domingo de la Misericordia, Monseñor Tissera recordó pasajes de homilías, la Exhortación apostólica Evangelii Gaudium y la Carta Encíclica "Dilexit nos" del Papa Francisco, enfatizando la presencia continua del Sumo Pontífice en los más necesitados: "(Francisco) seguirá andando en medio nuestro, de una manera diferente, misteriosa. Sus gestos y enseñanzas nos movilizarán para verlo presente junto a los niños que sufren las injusticias, al lado del que pide ayuda en una esquina; en las personas que revuelven la basura buscando qué comer; lo encontraremos durmiendo en la calle junto a esa familia sin techo y sin trabajo; lo veremos sentado o caminando con los carreros juntando chatarra para comprar el pan para la casa; a lo veremos presente en los hogares de recuperación de personas adictas, la mayoría jóvenes; allí estará visitando y quedándose con los presos en las cárceles; su espíritu estará presente en los millones de hombres y mujeres de pueblos enteros que sufren guerra y persecución. Se ha callado una voz en la Cátedra de Pedro, pero misteriosamente, esa voz seguirá sonando desde el pueblo sediento de justicia y de paz".

El Obispo Auxiliar de la Diócesis de Quilmes, Eduardo Redondo, también dedicó palabras al Papa Francisco, resaltando su impacto en la Iglesia y el mundo: "Revolucionó la Iglesia y al mundo entero", "nos cambió la vida, que nos cambió el corazón". Redondo subrayó "su obsesión por la paz, por una iglesia diferente que esté al servicio" y recordó que el Papa "nos invitó a caminar juntos, que es querer, luchar y trabajar para vivir la gracia por una patria de hermanos".

La Catedral de Quilmes se vio colmada de fieles, repitiendo la masiva concurrencia del lunes 21, día del fallecimiento del Papa, cuando la comunidad diocesana se reunió para orar por él, siguiendo su constante petición.

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