León XIV, visto con ojos platenses: “Está en la línea de Francisco”

El cardenal estadounidense Robert Francis Prevost, de 69 años, ha sido elegido como el nuevo Papa y millones de católicos en todo el mundo saludan con beneplácito su designación.

León XIV, tal el nombre papal elegido por Prevost, llegó al Vaticano en 2023 para ser el poderoso jefe de la oficina que examina las nominaciones de obispos de todo el mundo, uno de los trabajos más importantes de la Iglesia Católica.

Natural de Chicago, es también ciudadano peruano. Desde 1985 estuvo vinculado a Perú, primero como misionero y luego como arzobispo de Chiclayo, entre 2015 y 2023, hasta que fue convocado por el papa Francisco para que se sume a su equipo de colaboradores en Roma.

“Cada pontífice tiene su impronta, pero se espera que León XIV le de continuidad a la tarea iniciada por Bergoglio. Además, ellos se conocían mucho”, expresó el padre Daniel Manzuc, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Pompeya, ubicada en la avenida 19 entre 62 y 63.

En diálogo con FM La Redonda 100.3, el sacerdote resaltó la importancia del nombre papal elegido por el estadounidense: “Que se llame León es de un enorme significado. León XIII, a fines del siglo 19 y comienzos del siglo 20, fue el pontífice que inauguró la auténtica doctrina social de la Iglesia”.

Además, se refirió a su perfil como eclesiástico y a su intención manifiesta de darle continuidad a la tarea reformista encarada por Francisco: “Ayer, en su primer mensaje, llamó a construir puentes. Prevost es un diplomático y es un dialoguista, está en esa línea. Pero esencialmente es papa, es obispo, es cristiano”.

Manzuc también habló de los vínculos del flamante pontífice con nuestra ciudad. “Se que es muy amigo del obispo auxiliar de La Plata, monseñor Alberto Bochatey. Los dos son agustinos. Compartieron muchas misas y momentos juntos”.

A su vez, no dejó de manifestar su expectativa en torno al papado del nuevo pontífice: “Que sea una persona que colabore, que contribuya a destruir este aparato demoníaco de la guerra. Las matanzas, las cosas que no nos enteramos, el mundo de la droga, la gente de la calle, la explotación de menores. Esperemos que vaya diluyendo todo ese mundo satánico”, tal como definió el Manzuc el contexto antes descrito.